Ana Paula Vega Junghanns, alumna del Instituto Politécnico San Arnoldo Janssen de Eldorado, integrará un prestigioso programa de intercambio en Alemania junto a otros 16 estudiantes de todo el mundo. Gracias al respaldo de la Fundación Germán A. Wachnitz, la joven misionera estudiará en el Friedrich Schiller Gymnasium de Marbach am Neckar, una de las instituciones más reconocidas del país europeo.
La selección implicó un proceso exigente que evaluó distintos aspectos académicos y personales. Ana Paula envió su currículum, presentó el pasaporte y certificados de inglés, y además rindió un examen internacional de alemán. Cada uno de estos pasos formó parte de una instancia rigurosa que evaluó a postulantes de distintos países.
La emoción de la estudiante misionera antes de viajar a Alemania
En diálogo con Canal Doce, la estudiante expresó su felicidad por haber logrado este objetivo. “Estoy muy contenta, es una gran oportunidad y bastante complicada de conseguir por la cantidad de tiempo que tuve que esperar”, señaló emocionada. La posibilidad de postular surgió a partir del comentario de una docente. “Una profesora suplente de Alemán me contó que existía el programa, me dijo que era justamente para chicos de hasta 16 años –yo tenía 15 en ese momento– y comenzamos el trámite”, explicó.
Ana Paula inició el proceso de postulación en julio del año pasado. Desde entonces, reunió documentación, promedios, diplomas y referencias. “Hace un par de días recibí el correo de confirmación”, recordó, con una mezcla de entusiasmo y nerviosismo por lo que vendrá. Ahora atraviesa los días previos a la partida entre emociones y despedidas. “Al principio, fue mucha emoción y mucha incertidumbre porque es una posibilidad cada vez más cercana, más tangible”, expresó. También destacó el apoyo constante de sus padres. “Ahora están muy contentos, muy felices y me apoyan”, afirmó.
La experiencia tendrá, además, un valor afectivo especial. Su hermano vive en Alemania desde hace 10 años, por lo que Ana Paula contará con el acompañamiento familiar incluso en el exterior. Esto le otorga un respaldo adicional para afrontar el desafío. Por otro lado, sus compañeros y amigos reaccionaron con asombro. “La reacción fue de sorpresa, que yo me lo tomé en serio a la oportunidad, porque parecía un sueño, una cosa inalcanzable”, dijo. También admitió que muchos de ellos sienten tristeza por su partida, aunque prometió mantenerse en contacto.
Finalmente, la joven reconoció que la emoción por el viaje se mezcla con cierta ansiedad lógica ante lo desconocido. “Estoy un poco ansiosa por todo lo que está pasando, por la inminencia del viaje, pero también estoy contenta y con esperanza de que todo va a salir bien”, concluyó. La historia de Ana Paula refleja cómo la perseverancia y el compromiso pueden abrir puertas en cualquier parte del mundo.