A pesar de su corta edad, tiene claro su sueño futuro: convertirse en médico cirujano. Contempla a la robótica como una herramienta invaluable en su camino hacia salvar vidas. “Creo que la robótica puede ayudarme en este camino, por ejemplo, a través de la invención de un prototipo para atender a mis pacientes”, afirmó.
Un prodigio misionero de tan solo diez años demostró que la edad no es una barrera para alcanzar grandes logros. Máximo Hoffmann, estudiante del colegio Roque Gonzalez, transita su camino en el mundo de la tecnología en la Escuela de Robótica de Misiones desde los seis años. Hace poco, resultó como uno de los campeones internacionales en el concurso Inteligencia Artificial en la Escuela Secundaria.
Además de ir al colegio como cualquier niño de su edad, también dedica su tiempo libre a la Escuela de Robótica. En este lugar, explora las maravillas de la ciencias y la inteligencia artificial. En una entrevista exclusiva con Canal 12, Hoffman compartió sus experiencias dentro de esta institución de innovación.
“Lo que más me gusta hacer es hablar con mis compañeros y discutir sobre los proyectos tecnológicos. Cualquier cosa que hagas será divertida porque el esfuerzo involucrado tiene un resultado muy divertido al final del día”, expresó.
También se dedica a otras actividades como taekwondo, inglés, catequesis y cocina. Su visión va más allá de sus propios intereses, ya que sueña con compartir sus conocimientos con más personas. “Es muy importante conocer sobre otros idiomas o saber defenderte en determinadas situaciones”, señaló el joven talento.
A pesar de su corta edad, tiene claro su sueño futuro: convertirse en médico cirujano. Visualiza su carrera profesional dentro de una década y ve la robótica como una herramienta invaluable en su camino hacia salvar vidas. “Creo que la robótica puede ayudarme en este camino, por ejemplo, a través de la invención de un prototipo para atender a mis pacientes”, afirmó.
De Misiones al mundo: campeones internacionales en IA
El destacado desempeño de Hoffman no se limita a las aspiraciones, ya que junto a su equipo, conocido como Pequeños Robóticos, se consagraron campeones internacionales en el Concurso de Inteligencia Artificial en la Escuela Secundaria. Organizado por la Fundación María Paula Alonso de Ruiz Martínez y respaldado por la OEI y Edutec, el concurso atrajo la participación de escuelas de Iberoamérica.
Bajo el nombre de Guardián Flotante, crearon un prototipo innovador destinado al monitoreo ambiental en cuerpos de agua. Este proyecto, diseñado con impresión 3D y componentes electrónicos programados, demuestra su habilidad técnica y compromiso con la preservación del ambiente.
