En las últimas horas, se viralizó en redes un video que tiene como protagonistas a Natalia Oreiro y Ricardo Mollo. La pareja caminaba junto a su hijo Merlín Atahualpa entre los puestos de una feria artesanal de San Telmo, cuando fueron interceptados por una persona que les realiza un pedido.
“Por favor, somos de Santiago. ¿Nos podemos sacar una foto?”. Esto provocó la negativa de la actriz, que se hizo viral. “No, no, por favor. No podemos”, expresó, mientras el cantante y guitarrista de Divididos sonríe y la acompaña. El clip, captado por la cámara de un teléfono celular, luego fue difundido por algunos medios digitales y se disparó la polémica.
A raiz de lo sucedido, Oreiro recurrió este martes a sus redes para contar la versión de los hechos. En historias de Instagram, la actriz de Gilda, no me arrepiento de este amor compartió una serie de historias en las que, mirando a cámara, reflexionó sobre el tema.
El descargo de Natalia Oreiro
“No pensaba pasar por acá para aclarar nada, porque me parecía que no era necesario. Pero como no me gusta la polémica, preferí contar el contexto”, explicó la actriz uruguaya en el audiovisual casero. “Primero y principal, me parece súper importante tener la libertad de decir lo que uno quiere hacer: decir que no, no está mal. Y no estar disponible para el deseo del otro no es un problema de uno, sino, en todo caso, del otro”, comenzó su descargo.
“Para los que vieron un video mío en el que pedía por favor que no siguieran sacando fotos, el contexto era el siguiente: estábamos con mi pareja y con mi hijo, paseando un domingo como cualquier familia. A veces me olvido que no somos ‘cualquier familia’, pero me encantaría poder serlo, a veces; tener la libertad de pasear como cualquier otro”, indicó.
“Nos venían sacando muchas fotos. Y, muy amablemente, paramos, como hacemos siempre que nos cruzamos con alguien que nos quiere sacar una foto, dar un beso o decir algo lindo. Y se empezó a juntar mucha gente, y de repente una persona empieza a filmarme muy de cerca, sin pedirme permiso. Yo estaba con mi hijo al lado mío, y esa situación para mí fue altamente incómoda, porque no me gusta que lo filmen. No me gusta que compartan fotos de él y que las suban a las redes. Él es menor de edad y, además, no elige esto”, explicó luego.
Siguiendo su relato, señaló: “Entonces, le dije que por favor no lo siguiera haciendo, y esa persona me seguía poniendo el teléfono muy de cerca”.

“Quizá si vieran lo que yo veía desde mi punto de vista. Había cada vez más gente, más gente, y mi hijo se va. Si ven detenidamente el video, mi hijo se va para atrás. Desde que soy mamá, mi prioridad es su bienestar. Incluso en un lugar en el que hay mucha gente, en la vía pública, hasta me da miedo de perderlo. No sé, cosas de madre”, continuó.
“Entonces, lo que se vio es eso: a mí pidiendo que por favor no sigan, porque si no nos íbamos a tener que ir. Mi hijo se va, yo miro a mi pareja y me voy. Lamento que no se haya entendido; lamento si quizás se armó una pequeña polémica. Creo que siempre fui una persona muy agradecida con lo que me tocó vivir”, comentó.
A lo que agregó: “Intento obrar en consecuencia con lo que elegí como medio de vida. Pero eso no quiere decir que esté disponible todo el tiempo. Porque también soy una persona común, con un trabajo extraordinario. Me gusta, dentro de lo que se pueda, disfrutar como una familia normal. Y cuando estoy con mi hijo, no me gusta que me invadan”.
Y, sonriendo, finalizó: “Es solamente eso. Si no se entendió, lo siento mucho; pero me parece súper importante que se respete eso: la negativa de alguien a no querer acceder al deseo del otro. Les mando un beso grande y les deseo mucho amor, que es lo que más necesitamos”.