Al menos siete personas murieron este martes en una serie de atentados con explosivos, ráfagas de fusil y coches bomba en el suroeste de Colombia. Los ataques se concentraron en municipios de Cauca y Valle del Cauca, dos zonas históricamente golpeadas por el conflicto armado. En Cali y en Jamundí se registraron múltiples explosiones, mientras que en El Bordo, Corinto y Caloto hubo detonaciones y un francotirador asesinó a un policía. Según el ministro de Defensa, los hechos responden al avance militar en un “centro neurálgico” de las estructuras del Estado Mayor Central (EMC), lideradas por alias ‘Iván Mordisco’, principal figura de las disidencias de las FARC.
Las autoridades atribuyen los atentados a grupos armados ilegales que operan en la región, utilizada como corredor para el narcotráfico y otras economías ilícitas. En esa zona actúan el EMC, el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas surgidas del paramilitarismo. “Los golpes recientes del Ejército han sido muy fuertes”, afirmó el ministro, quien sostuvo que las acciones de este martes fueron una represalia. Las víctimas y daños materiales se suman a la creciente violencia que vive el país.
El rostro más buscado del conflicto armado
Detrás de la ofensiva está ‘Iván Mordisco’, alias de Néstor Gregorio Vera Fernández, el hombre más buscado de Colombia. Tiene 50 años, y el gobierno ofrece por él una recompensa cercana al millón de dólares. “Sigue liderando actos de terrorismo, narcotráfico, asesinatos y reclutamiento forzado de menores de edad”, informaron fuentes oficiales. Su figura emergió en mayo de 2016, cuando anunció que un grupo de guerrilleros no se acogería a los acuerdos de paz firmados con el gobierno de Juan Manuel Santos.
Desde entonces, el EMC se ha consolidado como la disidencia más poderosa de las extintas FARC. Aunque en distintas ocasiones se ha reportado su muerte, Mordisco continúa al frente de las operaciones. Las autoridades aseguran que los últimos operativos militares afectan directamente su retaguardia. La zona suroccidental se ha convertido en un bastión estratégico de esta facción, y su liderazgo es señalado como el principal obstáculo para los esfuerzos del gobierno por avanzar hacia una salida negociada.
Violencia política en la capital: atentado contra un senador
Tres días antes de la ola de atentados, el senador y aspirante presidencial Miguel Uribe Turbay fue tiroteado en Bogotá durante un acto de campaña. Un menor de edad le disparó por la espalda, a un año de las elecciones presidenciales. Uribe Turbay, nieto del expresidente Julio César Turbay, se encuentra en estado crítico en una clínica de la capital.
El ataque generó conmoción y recordó los años 90, cuando varios candidatos fueron asesinados por grupos armados ilegales. Tras el atentado, surgieron versiones sobre posibles amenazas contra otros líderes políticos, incluido el expresidente Álvaro Uribe. Las autoridades investigan los hechos en medio de una ola de denuncias por la escalada de violencia. El episodio ha sido calificado como uno de los más graves en la historia reciente de la política colombiana.
Una crisis que marca el peor momento desde 2016
Diversos organismos nacionales e internacionales repudiaron el atentado y advirtieron sobre el deterioro de la seguridad en Colombia. El Comité Internacional de la Cruz Roja definió la situación como la peor crisis humanitaria desde la firma del acuerdo de paz en 2016. Según datos de Naciones Unidas, entre enero y abril de este año más de 950.000 personas fueron afectadas por el conflicto, cuatro veces más que en el mismo período de 2024.
Human Rights Watch documentó un aumento de más del 20 % en homicidios y casi un 35 % en secuestros desde la firma del acuerdo. Ante esto, el gobierno de Gustavo Petro, que asumió en agosto de 2022 con la promesa de alcanzar una “paz total”, enfrenta un escenario cada vez más adverso. Mientras los grupos armados amplían su control territorial, especialmente en zonas rurales, el Ejecutivo ha tenido dificultades para avanzar en negociaciones estables.
Tensiones políticas y reforma laboral en el centro del debate en Colombia
La crisis de seguridad estalla en medio de un ambiente político polarizado. Nueve partidos se negaron a participar en una reunión convocada por el presidente para discutir medidas de seguridad de cara a los comicios de 2026. La ausencia se produjo mientras el Congreso debate las reformas impulsadas por el Ejecutivo, especialmente la laboral, que ha generado amplio rechazo en sectores opositores.
Según EFE, Petro planea asistir este miércoles a una movilización en Cali organizada por sindicatos en apoyo a su reforma. El mandatario busca impulsar una consulta popular para aprobar el proyecto ante los reveses sufridos en el Congreso, una maniobra que la oposición califica como “ilegal”. En paralelo, las bancadas opositoras colocaron en sus curules imágenes del senador Uribe Turbay como gesto de protesta y exigencia de garantías políticas.
