Segun Reuters, el brazo caritativo mundial de la Iglesia Católica criticó duramente el lunes los recortes del presidente Donald Trump a la ayuda exterior de Estados Unidos. Es más, dijo que sus planes para poner fin a la financiación de la agencia de ayuda USAID tendrán un impacto “catastrófico” en el mundo en desarrollo.
“La forma despiadada y caótica en que se está implementando esta insensible decisión amenaza la vida y la dignidad de millones“, dijo en un comunicado Caritas Internationalis. Tal organismo es una confederación en el Vaticano de 162 organizaciones católicas de ayuda, desarrollo y servicios sociales que trabajan en más de 200 países. Varios de estos grupos recibieron dinero de USAID y otros fondos del gobierno estadounidense para diversos programas internacionales.
Los recortes han paralizado los programa de ayuda
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) es la principal agencia de ayuda humanitaria de Washington. Esta, ha sido uno de los principales objetivos de un programa de reducción gubernamental encabezado por el multimillonario Elon Musk, aliado de Trump, desde que el presidente republicano asumió el cargo el 20 de enero.
Justamanente, el Gobierno de Trump dijo el viernes que mantendría a 611 trabajadores esenciales en la agencia, de un total mundial de más de 10.000 empleados, pero un juez federal bloqueó temporalmente algunos de los despidos.
El Departamento de Estado de Estados Unidos emitió el mes pasado una orden de “paralización” de todos los programas de ayuda exterior existentes. En el ejercicio fiscal 2023, Estados Unidos desembolsó, en parte a través de USAID, 72.000 millones de dólares de ayuda en todo el mundo.
“Matarán a millones de personas”
En su declaración, Cáritas afirma que los recortes “matarán a millones de personas y condenarán a cientos de millones más a una vida de pobreza deshumanizadora”. Los recortes harán que la agencia “se replantee completamente a quién podemos seguir sirviendo y cómo”, afirmó.
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos también ha despedido a 50 empleados de su oficina nacional en Washington, debido a los recortes de las subvenciones federales para el trabajo en asuntos de migración y reasentamiento de refugiados.
El papa Francisco no ha hecho comentarios sobre los recortes de ayuda, pero ha criticado duramente algunas de las prioridades de Trump, como los planes para deportar a millones de migrantes, que ha calificado de “vergüenza”.