En medio de la crisis económica a nivel nacional, la provincia se destaca por el orden en los recursos. Desde el Ministerio de Hacienda explicaron cómo la Provincia pudo salir de la deuda contraída en los 90′ para pasar a tener un equilibrio en la administración, sin dañar el bolsillo de la gente.
Desde hace más de una década, Misiones mantiene un modelo austero y solvente de crecimiento social y productivo. Logró desendeudarse y equilibrar sus cuentas sin gastar de más. Martín Leiva Varela, director general de Ingresos y Finanzas del Ministerio de Hacienda, explicó cómo la Provincia pudo solucionar una deuda en dólares histórica, contraída entre 1995 y 1999 durante la administración del entonces gobernador Ramón Puerta. Además, detalló cuál es la situación actual y cómo funciona la Ley de Responsabilidad fiscal que prohíbe el endeudamiento en la provincia.
Misiones logró desendeudarse y equilibrar sus cuentas sin gastar de más. Economía del conocimiento, salud de vanguardia, educación disruptiva y el fomento a la agricultura sostenible, son los pilares de la gestión misionera para el equilibrio fiscal.
En este sentido, el director general de Ingresos y Finanzas del Ministerio de Hacienda contó cómo funciona el modelo fiscal que lleva adelante la Provincia. Según el funcionario, la deuda pública de la provincia en 1999 era de 903 millones de dólares. “Misiones tiene la premisa, en primer lugar, de no estar atado a los vaivenes económicos que existen a nivel nacional. Hoy en día la provincia tiene un nivel de endeudamiento muy bajo que equivale a no menos del 5% del presupuesto provincial”, destacó.
Al respecto, explicó a Canal 12 que “muchas provincias y a nivel nacional ingresaron en default, quiere decir que no pueden cumplir con los servicios de deuda y eso repercute en la economía local, nacional e internacional. Entonces, Misiones se ha adherido a la Ley de Responsabilidad fiscal, quiere decir que todo proceso de endeudamiento conlleva a una autorización respectiva por parte del gobierno nacional y en funciona a eso se analiza la sostenibilidad de la deuda de cada una de las provincias”.
En la misma línea, sostuvo que “en Misiones se respeta la regla fiscal, es decir que ninguna provincia debe pagar más del 15% de los servicios de deuda sobre sus ingresos corrientes, eso significa que lo que pagás de la cuota del préstamo, no puede ser mayor a los ingresos de coparticipaciones”. Significa que Misiones “tiene la capacidad de salir a financiarse y no perjudicar a la generación actual y la futura”.
Por otra parte, Leiva Varela señaló que en el vaivén económico, donde existe la caída de recursos por la economía nacional, “la provincia no tiene problemas en los pagos de servicios de deuda como así también mantiene su política de estímulo de la actividad productiva y económica como por ejemplo, los programas Ahora”.
Cómo era la deuda pública en Misiones (1995-1999)
- Bancos comerciales privados: en dólares, con garantía de coparticipación para atender gastos de funcionamiento del Estado incluyendo sueldos;
- Con la emisión de los Bonos CEMIS: en dólares para cancelar diferentes obligaciones (deudas de funcionamiento del Estado y pago de juicios del ex-Instituto Provincial del Seguro);
- Con la emisión de los Bonos Juniors y Seniors en dólares para atender gastos de funcionamiento del Estado, entre ellos el pago de sueldos.
Cómo Misiones logró desendeudarse
Con la crisis de la convertibilidad en el año 2002, el planteo de la provincia de Misiones de la mano del entonces gobernador Ing. Carlos Eduardo Rovira, fue plantearle a Nación que, en el marco de la Ley de Emergencia Económica que se estaba por sancionar con la conocida pesificación asimétrica, las deudas de las provincias con los bancos privados fueran absorbidas por el Estado Nacional. A partir de ese momento “Misiones pasa a tener un acreedor menos exigente, que era el mismo Estado, y una deuda en pesos, no en dólares”, indicó Adolfo Safrán.
Luego se pone en marcha el Programa Federal de Desendeudamiento, “primero ajustable con cláusula CER y luego a una tasa nominal del 6% anual, lo que nos permitió a las provincias ir reduciendo paulatinamente la deuda en términos reales con el Estado Nacional, logrando disminuir su incidencia en las cuentas provinciales desde el año 2002 hasta el año 2018”, detalló el contador.
Imagen de portada: Marcos Otaño
