Misiones transita una etapa de transformación política y social en la que prima la voz del ciudadano en una atmósfera de concordia. Recientemente sucedió un hecho trascendental en la historia institucional de la Legislatura, cuyos desafíos y responsabilidades ya tiene una nueva figura. La Renovación, más que un proyecto político, es una realidad.
La grieta regula los aspectos socioculturales y políticos de la Argentina, cuyas disputas ideológicas parece no encontrar una salida armoniosa. En paralelo, Misiones vislumbra un espectro difícil de concebir en ámbitos institucionales nacionales: la política inmersiva, un término que tiene como espíritu el servicio a todos los ámbitos de la sociedad. La concordia, el respeto y la diversidad de pensamientos se complementan con el único fin de brindar respuestas a la gente.
Un Estado integral cuyas instituciones unifican tareas, es un haz de acciones casi inédito en el país. Recientemente, el conductor del Frente Renovador Carlos Rovira decidió ceder la responsabilidad de presidir la Legislatura para el próximo periodo y sugirió como relevo al exgobernador y diputado provincial Oscar Herrera Ahuad, calificado como el mejor mandatario del país en el periodo 2020-2023. Un hecho trascendental en la historia misionera caracterizado por el respeto de la voluntad popular, que eligió a Herrera Ahuad —quien encabezó la lista del Frente Renovador— en las elecciones del 7 de mayo.
Ese respeto a la decisión del pueblo a través de las urnas no fue acatado por el bloque de la alianza Juntos por el Cambio en la sesión especial para elegir autoridades de Cámara. En contra de esa voluntad, propusieron como candidato a presidente del Parlamento al diputado Ariel Pianesi. Aunque no alcanzó a cosechar los votos necesarios de sus pares.
“Mi dedicación plena a la conducción de la Renovación Neo e Innovación Federal redundará en ideas, pensamientos y acciones disruptivas y creativas en beneficio de todos los misioneros”, publicó Rovira en sus redes sociales acerca de su futuro. Este acto de liderazgo se interpreta desde la sencillez de no cometer el error de caer en la demagogia, hasta la seriedad política de respetar los nuevos tiempos que corren.
— Carlos Rovira (@rovira_carlos) December 6, 2023
Fueron 16 años los que Rovira estuvo de manera silenciosa, pero activa, al frente de la Cámara de Representantes. Desde el primer momento, encabezó una serie de hechos que purificaron la calidad institucional. Remodelación edilicia, ordenamiento de horarios, cumplimiento del calendario legislativo, pluralidad de pensamientos, digitalización jurídica e implementación de nuevas tecnologías, y sobre todas las cosas, herramientas para el Ejecutivo. Año tras año, se batieron récords de leyes —muchas de ellas sirvieron de modelo a nivel nacional—. Y en cada sesión, se solucionaba una necesidad de la gente en una sana convivencia con los diferentes bloques.
Esa imagen institucional no era posible años atrás. El mismo Rovira contó en 2021, que en sus años como gobernador, nunca tuvo el Parlamento a favor. La Cámara de Representantes “era antigua, ruinosa, pobre en gestión parlamentaria y en soledad, porque la bancada opositora no sólo se expresaba distinto, sino que estaba ausente”, relató. Aunque confesó que, lejos de “tomar revancha personal”, le dio “más valor, […] terminó de forjar mi personalidad política. Me dio la mayor de las energías, me clarificó la mente”.
Cuando comenzó su trayectoria como diputado, empeñó sus esfuerzos de manera silenciosa con hechos. A la fecha, Rovira tiene más de cien leyes promovidas y promulgadas al servicio de la sociedad vinculadas a la salud, la educación, la ecología y la economía del conocimiento. Esas leyes —hechos— están a la vista: el Parque del Conocimiento, la Escuela de Robótica, la Escuela de Innovación y Silicon Misiones, por mencionar algunos.
Con el correr de los años, la Legislatura se convirtió también en un símbolo y modelo antigrieta. Incluso, en la reciente sesión del 10 de diciembre, los propios legisladores opositores destacaron la cantidad de leyes que se sancionan sin importar el color político y el trabajo en equipo que hay en la Cámara. “No es frecuente este ámbito, este entorno de tranquilidad paz, de concordia, donde cada uno y todos los actores de la vida pública pueden expresar con total hidalguía sus contenidos de ideas, sin distingos, todos por igual. La simpleza adorna los tiempos distintos, alumbran las transformaciones profundas que se van produciendo en nuestra provincia”, reflexionó Rovira el año pasado.
El antídoto de la grieta es la embestida y extirpación de los egos del saco de los gobernantes. Caminando cerca de la gente se puede salir del laberinto y acceder, en efecto, al umbral de la concordia. Este rasgo distintivo de paz que hay en la provincia es una anomalía en la que rige el dictum del misionero, es decir, lo que dice el pueblo a través del voto por sobre las órdenes de los partidos nacionales. Tal como afirmó Rovira en marzo de este año, en otro hecho histórico como la inauguración de Silicon Misiones: “La provincia está en el tránsito fundamental de seguir fortaleciendo este espacio no solamente político, esta singularidad, esta anomalía que no nos rige ni las leyes argentinas, ni la de los partidos políticos nacionales, sino, con el dictum del misionero”.
El desafío de continuar con la evolución y productividad legislativa
El médico pediatra —que fue director del hospital de San Pedro, ministro de Salud, vicegobernador y gobernador— ahora deberá continuar con la enorme responsabilidad de continuar la productividad legislativa que deja Carlos Rovira en la presidencia del Parlamento. “Vengo acá a comprometerme a trabajar en conjunto”, fueron sus primeras palabras como presidente de la Legislatura.
“Convoco a los 40 diputados —oficialismo y oposición— en el mismo nivel de diálogo, de entendimiento. Van a encontrar en mí una persona con apertura para charlar de los temas que quieran en la agenda que se proponga. Lo vamos a hacer en el marco del máximo respeto, pero siempre, respetando al pueblo, a las mayorías. Somos diputados de los misioneros, nos demos a los misioneros, debemos trabajar por ellos, no por un grupo de militantes, no por un grupo de dirigentes”, deslizó desde el estrado, durante la sesión especial del 10 de diciembre.
Anteriormente, el exgobernador interpretó la propuesta de Rovira como un acto de “liderazgo y generosidad política”. Sin embargo, interpretó que no se trata de una continuidad de un proyecto político como lo es la Renovación, sino de una realidad política.
El nuevo compromiso es el rol legislativo para generar leyes que solucionen problemas de la gente, es decir, herramientas para la gestión del gobernador Hugo Passalacqua. “El peso de la política partidaria va a redundar en un gran beneficio para todos. Esto fortalece más nuestro espacio y genera expectativas”, afirmó en el programa El Periodista de Canal 12 Herrera Ahuad.
También reflexionó que la provincia atraviesa “un momento histórico, no sólo por el hecho de lo que significa Carlos Rovira, sino en lo que fue la transformación de la Cámara de Representantes. Una transformación que marca la época más importante de nuestra historia y tan trascendente como en aquellos momentos donde Misiones comienza a transitar sus primeros pasos en la constitucionalidad”.
Desde su nuevo rol como legislador, se imagina una Cámara de Representantes “que ayude y que acompañe a resolver los problemas de la gente, como lo viene haciendo hasta ahora”. La vara de la Legislatura neo está alta, su función como presidente será continuar con la transformación que llevó al Parlamento a convertirse en un modelo nacional tanto por la convivencia democrática, como también, por la alta productividad que se traducen en soluciones reales para la ciudadanía, y con las acciones que permitieron que los jóvenes tengan su espacio para debatir y proyectar ideas que se conviertan en leyes.
El desafío es el silencio. Los hechos como herramienta de gobernabilidad y solución directa para la sociedad.
(*) Periodista, editor de la sección política de canal12misiones.com
Imagen de portada: Sixto Fariña.
