Martín Lousteau, líder del espacio Evolución dentro de la Unión Cívica Radical, atraviesa el momento más crítico desde su desembarco en la política porteña. Su figura, que supo ganar centralidad al disputar la Jefatura de Gobierno contra Horacio Rodríguez Larreta en 2015 y luego quedar a un punto de Jorge Macri en la interna de Juntos por el Cambio, hoy parece estar en franco retroceso.
En las recientes elecciones porteñas, la apuesta de Lousteau fue Lucille Levy, ex titular de la FUBA, quien compitió en representación de Evolución. Sin embargo, la candidata apenas logró el 2,3% de los votos, un resultado magro que no le permitió acceder a la Legislatura. El espacio puso en juego tres bancas y no logró retener ninguna. Levy quedó en octavo lugar, detrás de representantes de La Libertad Avanza, el PRO, el FITU y otros espacios muy pequeños con mayor arrastre que la histórica UCR.

Este revés profundiza la caída de Lousteau, que no solo pierde peso en la Legislatura porteña, sino que ve diluirse el capital político que había acumulado. En el actual mapa de poder de la Ciudad, La Libertad Avanza y el peronismo concentran la atención, mientras el radicalismo queda aún más rezagado que el PRO, sin capacidad de influir en la toma de decisiones ni de colocar figuras relevantes en puestos clave.
Peligra la banca radical porteña en el Senado
Además, Lousteau enfrenta un escenario incierto respecto de su banca en el Senado, que vence en diciembre. Las tres bancas que corresponden a la Ciudad de Buenos Aires se renovarán este año, y las encuestas reflejan una disputa polarizada entre el peronismo y La Libertad Avanza, con el PRO intentando conservar terreno. El radicalismo, en este nuevo equilibrio de fuerzas, parece condenado a la marginalidad.
Como si fuera poco, la interna de la UCR bonaerense tampoco ofrece alivio. Lousteau apoya a Pablo Domenichini en la disputa por el control del Comité Provincia del radicalismo. Del otro lado está el sector que responde a Maximiliano Abad, actual senador nacional y referente con poder real en la estructura partidaria. Las elecciones internas derivaron en una disputa judicial, y hasta ahora el resultado sigue sin definirse, con una prórroga de los mandatos vigentes.

Lousteau y Evolución: una figura y un espacio que se diluyen
La caída de Lousteau no es solo numérica, sino simbólica. Tras años de construir un perfil de economista lúcido, dirigente dialoguista y puente entre generaciones, hoy su espacio no logra retener ni expandirse. Evolución supo ostentar ocho bancas en la Legislatura porteña; desde diciembre, tendrá solo cinco. La falta de articulación con el PRO tras la ruptura del frente común en la Ciudad y la incapacidad de generar candidatos competitivos lo dejaron fuera de juego.
Los movimientos de Karina Milei y Manuel Adorni, que lograron capitalizar el descontento electoral y colocar 13 representantes en la Legislatura, contrastan con la derrota radical. Mientras los libertarios avanzan, el espacio de Lousteau retrocede.
Con el fin de su mandato senatorial cerca y sin proyección clara en la Ciudad o en Provincia, el dirigente radical enfrenta el desafío de reinventarse o aceptar una retirada anticipada. En un escenario político donde las definiciones son cada vez más nítidas, el centrismo ambiguo parece haber perdido su lugar.
Pepe Pianesi, autor de la debacle radical en Misiones
La Unión Cívica Radical atraviesa en Misiones una de sus crisis más profundas en las últimas décadas. A la falta de renovación dirigencial se suma una creciente desconexión con las nuevas demandas del electorado, en especial de las juventudes urbanas. En ese contexto, el partido se encuentra sumido en disputas internas, sin un liderazgo claro, con fuertes cuestionamientos a la actual conducción, detrás de la cual asoma el dominio Evolución, la línea interna de Lousteau, que en Misiones encabeza Ariel “Pepe” Pianesi.
Actual diputado provincial hasta diciembre de 2025, aspirante a senador nacional en 2023, Pianesi se aferra al cargo público y se postula en estas elecciones legislativas del 8 de junio como concejal en la ciudad de Posadas, actuando como un tapón para la renovación de figuras que demanda una UCR moribunda.

El partido, en la Tierra Colorada, vive una diáspora como nunca antes se vio: además del cisma protagonizado por Martin Arjol y todo el séquito de radicales “peluca” que emigraron para disfrazarse de libertarios, la UCR se desangró con cientos de sucesivas renuncias de dirigentes y afiliados cansados del manejo autoritario y asfixiante de Pepe Pianesi.
Para muestra basta un botón: la definición de candidaturas para las legislativas provinciales estuvo no exenta de polémicas y cuestionamientos, luego de una dudosa reunión de la Convención Provincial de la UCR, dominada por el pianesismo, en la que se consagró la candidatura de Santiago Koch, un abogado posadeño, actual concejal, de un paso olvidable por el HCD de la capital misionera y que no entusiasma ni encolumna detrás suyo a una militancia absolutamente desmoralizada.
Pianesi, mariscal de la derrota que se avecina
Como consecuencia de todo esto los distintos estudios de opinión prelectorales en la provincia ya vienen anunciando una catástrofe para el radicalismo de Misiones, de proporciones similares o aún peores al paupérrimo desempeño de las boinas blancas en CABA.
El cuadro de situación se vuelve preocupante y absolutamente desalentador cuando se le suma a todo lo antedicho que, para las elecciones legislativas provinciales del 8 de junio, la UCR de Misiones formó la alianza Unidos por el Futuro junto al PRO de la provincia, una partido con una crisis de renuncias masivas, también seriamente afectado por la caida en CABA, y con una parte importante de sus dirgentes a la espera de pasarse al Frente Renovador Neo de Carlos Rovira cuando el proceso electoral llegue a su fin.