Se convirtió en la primera empresa local en ingresar al mercado global. Fuerte compromiso para promover el carbono positivo. La tierra colorada captura más de cinco millones de toneladas de dióxido de carbono.
A través de la iniciativa del grupo Arcor, Papel Misionero se convirtió en la primera firma radicada en la provincia que ingresó al mercado global de bonos de carbono. Como herramienta de compensación, la empresa modernizará la caldera de la línea de producción que se alimenta con biomasa. De esta manera, el gigante papelero busca reemplazar totalmente el uso de combustibles fósiles.
En los últimos años, el cambio climático se instaló como el principal desafío mundial para garantizar el desarrollo sostenible y amigable con el ambiente. Precisamente, en una muestra de su fuerte compromiso para promover practicas sustentables, el Grupo Arcor trabaja para alcanzar el balance de carbono positivo en sus actividades, mediante diversas acciones.
A través de la iniciativa que impulsa el grupo Arcor, Papel Misionero se erigió como una de las empresas del grupo dedicada a la producción de papeles Sack Kraft y Kraft Liner Board. La firma lleva adelante políticas de cambio climático y energías renovables.
Un camino hacia la sustentabilidad
Por este motivo, la emisión de los bonos tiene como objetivo financiar la nueva infraestructura de la caldera de biomasa. Esta herramienta permitió reemplazar el uso de combustibles fósiles, como el fuel oil, por energía renovable proveniente de restos de maderas de la propia producción de Papel Misiones y de aserraderos locales.
A partir de este proyecto, se emitieron 352.000 CERs -o bonos de carbono- correspondientes al periodo 2016-2020 bajo el esquema del Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de Naciones Unidas. Cada bono significa que se evitó la emisión de una tonelada de CO2 a la atmósfera.
El Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL) de Naciones Unidas es un dispositivo financiero creado por Naciones Unidas. Así, los países desarrollados, que han fijado metas de reducción de emisiones de carbono, pueden alcanzarlas a través de la compensación de sus nuevas emisiones mediante la compra de reducciones realizadas por proyectos implementados en países en vías de desarrollo.
Entonces, una empresa que disminuye sus emisiones de CO2, de manera voluntaria, puede vender esta reducción y obtiene financiamiento para el desarrollo y aplicación de tecnologías limpias. Son aquellas que mantienen el equilibrio ambiental; tal como sucede con Papel Misionero y los resultados alcanzados con la instalación de la caldera de biomasa.
La valiosa contribución de la selva misionera al mundo
Según el Inventario de Gases de Efecto Invernadero de Misiones, realizado bajo las fórmulas internacionales del GHG Protocol (Green House Gases Protocol); el World Resources Institute (WRI) y el WBCSD (World Business Council for Sustainable Development), con sus bosques y humedales- la provincia captura 5.336.000 toneladas de dióxido de carbono equivalente, mientras que nuestra actividad emite 3.286.000 toneladas de dióxido de carbono equivalente.
Al respecto, el diputado provincial Rafael Pereyra Pigerl explicó a canal12misiones.com que “los misioneros no solo no somos parte de la destrucción de este equilibrio natural, sino que además tenemos la responsabilidad de ser parte de la solución a este problema“. Por ello es que los bosques y humedales misioneros “compensan 2.050.000 de toneladas de dióxido de carbono emitido por otros países, y otras provincias“, apuntó.
Por su parte, la subsecretaria de Gestión y Desarrollo Sostenible de la Secretaría de Estado de Cambio Climático, Silvia Kloster, destacó que el inventario de gases de efecto invernadero “determinó que nuestros bosques son los grandes aliados, porque captan la emisión de carbono y nos dan el oxígeno“. Al momento de realizar un balance, determinó que “nuestras actividades emiten, pero comparado a los gases que capta la selva están en desventaja y esto es un gran aporte”.
La iniciativa de diferentes sectores
Kloster confirmó que, a través del trabajo con la Cámara Misionera de Empresas Constructoras y Afines (CaMECA), muchas empresas vinculadas a la construcción comenzaron a medir su huella de carbono. También trabajan con las cámaras que nuclean a la industria forestal, “donde varias empresas miden sus emisiones de GEI y nos pidieron solicitaron asesoramiento y colaboración“, observó.
La subsecretaria de Gestión y Desarrollo Sostenible indicó que estas empresas se ven beneficiadas porque la medición es un estándar internacional. “Cada vez se exigen más indicadores en toda la actividad económica y desarrollos como la construcción y el turismo, la actividad agraria“, afirmó. En la misma línea, resaltó que el turismo es una actividad que mide su huella, en muchos emprendimientos hoteleros y alojamientos. De cara al futuro, Kloster remarcó que será importante reducir las emisiones del transporte y también de los residuos.
