Por Fernando Retamozo*
En un contexto nacional signado por la incertidumbre, la recesión y el ajuste fiscal, Misiones avanza con una estrategia que combina previsibilidad, políticas públicas activas y herramientas propias. Tras la victoria electoral del Frente Renovador de la Concordia, el gobierno provincial redobló su compromiso con la gestión concreta, enfocada en el bienestar de las familias misioneras, el sostenimiento del empleo y el impulso al desarrollo productivo. La clave: no paralizarse frente a las restricciones, sino encontrar caminos posibles dentro de las propias capacidades.
Un dato contundente ilustra esta dinámica: según el INDEC, en mayo la Tierra Colorada volvió a liderar las exportaciones del NEA, con 64 millones de dólares, y alcanzó un acumulado anual de 211 millones, la cifra más alta en la historia provincial para ese período. No se trata sólo de volumen, sino de calidad: gran parte de estas exportaciones corresponde a manufacturas de origen agropecuario e industrial, lo que revela una matriz diversificada con valor agregado, sostenida por una política productiva consistente.
Estado suficiente y políticas que sostienen
Este desempeño económico no es resultado del azar. Está apoyado en una institucionalidad sólida y en decisiones estratégicas: pagar aguinaldos en tiempo y forma con fondos propios, continuar obras públicas a pesar de recortes nacionales y fomentar la inversión con programas innovadores. El más reciente, “Ahora Pymes”, permite financiar compras de hasta 10 millones de pesos sin interés para micro, pequeñas y medianas empresas. Esta herramienta busca fortalecer el entramado comercial y mantener el nivel de actividad en un momento de contracción general.

En materia habitacional, la provincia también se mantiene en marcha. A través de recursos provinciales, se construyen más de 2.100 viviendas, junto con el avance del Plan Techo —que ya lleva 3.500 intervenciones— y el proyecto de casas de madera desarrollado en articulación con la industria local. Son políticas que generan empleo, satisfacen demandas sociales y movilizan a distintos sectores de la economía, en lugar de detenerse frente a la falta de asistencia externa.
En esta línea, Misiones lidera el volumen de créditos al sector productivo en todo el NEA, con un crecimiento del 149% en los préstamos al rubro servicios, según la Fundación Mediterránea. La morosidad, además, ha bajado significativamente, lo que indica no solo acceso al crédito, sino capacidad de pago y confianza en la economía local. Son señales de un ecosistema financiero sano, en el que el Estado cumple un rol articulador y no meramente regulador.
En la capital provincial, Posadas, este clima de dinamismo se expresa de forma visible. Nuevas cafeterías, bodegones, supermercados y locales comerciales están transformando el paisaje urbano, con inversiones que generan empleo formal y fortalecen los barrios. Emprendimientos como Tostado Café Club, Donuts Tasty, El Bodegón o el Hiper del Pollo no solo muestran creatividad y resiliencia, sino que refuerzan la idea de que en Misiones hay apetito emprendedor incluso en tiempos difíciles.
El turismo, por su parte, mantiene un ritmo sostenido. Eventos deportivos, culturales y recreativos —como el Turismo Carretera, el encuentro de Harley Davidson o las ferias culturales— atraen visitantes todo el año, con ocupación hotelera que superó el 100% en Posadas e Iguazú durante el último fin de semana largo. Para responder a la alta demanda, el Estado habilitó un registro de hospedajes familiares que permitió a muchas familias generar ingresos extras, mostrando una política de inclusión también en el sector turístico.
Misiones, entonces, no espera a que las condiciones mejoren. Produce, construye, cuida sus rutas, apoya al comercio y planifica el futuro con visión territorial. Esos esfuerzos no pasan desapercibidos. “Posadas me cautivó desde el primer momento”, decía un motociclista porteño en plena Costanera. “Es la primera vez que vengo y espero que no sea la última”. Esa frase resume una percepción extendida: una provincia que funciona, que se muestra ordenada y viva, y que transmite esperanza en un país golpeado por la incertidumbre.
Joseph Schumpeter resaltó la importancia del emprendedor y la innovación como fuerzas clave del desarrollo económico, y sostuvo que el Estado debe crear un ambiente que facilite y potencie ese dinamismo. La experiencia de Misiones refleja muy bien esta idea: en un contexto difícil y con limitaciones externas, la provincia ha mantenido una gestión pública activa que impulsa la producción, el acceso al crédito y la obra pública. Esto demuestra que un Estado suficiente y comprometido puede ser fundamental para lograr un crecimiento sostenido y con impacto positivo en la sociedad.
*Politólogo y Periodista.