La legislatura provincial sancionó la ley que busca jerarquizar y profesionalizar la actividad. Garantizará la constante formación y capacitación de los acompañante terapéutico. Deberán contar con título oficial habilitante de técnico universitario o superior. Se creará el registro único de acompañantes terapéuticos de Misiones.
En el marco de una maratónica sesión, la Cámara de Representantes sancionó la ley que establece el marco regulatorio para ejercicio profesional del Acompañante Terapéutico. La normativa define a la actividad como la práctica complementaria a un tratamiento de salud que considera las múltiples dimensiones del ser humano. La diputada Anazul Centeno, una de las autoras del proyecto, indicó en el recinto que “estamos sentando un precedente importante con esta ley. Avanzar en la regulación de una actividad requiere mucha responsabilidad”.
Además, destacó que “esta Cámara acompaña este proceso, lo está haciendo poniéndose al frente”. En ese sentido, la legisladora renovadora explicó que los acompañantes terapéuticos trabajan con personas que tienen dificultades para insertarse en la sociedad. La intervención arranca post diagnóstico y “el objetivo es mejorar la vida de los acompañados en el ámbito en el que se desarrollan”, aseguró Centeno.
Al respecto, la diputada recordó que el acompañamiento terapéutico es una práctica que en Argentina, “nació en la década de los 60 o 70”. Precisamente, la ley surgió tras la unificación de las iniciativas presentadas por los legisladores Anazul Centeno, Martín Cesino, Rafael Pereyra Pigerl, y Natalia Rodríguez (mandato cumplido).
Acompañamiento y contención cotidiana
En este sentido, la función del profesional consiste en acompañar y contener a las personas asistidas en su cotidianidad, dentro de su comunidad, entorno familiar, social, institucional y comunitario. El objetivo es mejorar su calidad de vida, promover el ejercicio efectivo de sus derechos y favorecer el desarrollo de su autonomía, autovalimiento e integración comunitaria.
La tarea del acompañante terapéutico abarca asistencia a niños, niñas, adolescentes, adultos mayores, personal en situación de vulnerabilidad psicosocial, en cuidados paliativos, padecimientos mentales, adicciones y discapacidad. También contempla a pacientes con enfermedades clínicas crónicas y la reinserción social de personas en conflicto con la Ley Penal, previa solicitud del profesional tratante del paciente.
Jerarquía y profesionalidad
Por su parte, Sebastián Fohgel del Instituto Superior Juana Azurduy, reveló a canal12misiones.com que la regulación de la actividad que realiza “apunta a jerarquizar y profesionalizar con una instancia de formación importante”.
Además, resaltó que los acompañantes terapéuticos “ahora van a tener que formarse para acreditar conocimientos“. También valoró que los profesionales acompañan y garantizan la autonomía y la independencia de los pacientes.
Respaldo y registro único
Para ejercer su profesión, el acompañante terapéutico debe poseer título terciario o universitario otorgado por Universidades argentinas -públicas o privadas-, institutos terciarios o asociaciones civiles legalmente habilitadas y registrarse en el Ministerio de Salud de la Provincia de Misiones. Este profesional puede desempeñarse bajo tres modalidades: asistencia institucional, domiciliaria o ambulatoria.
La ley establece que por única vez y por el plazo de cinco años contados a partir de la promulgación de la ley, “pueden inscribirse en el registro único quienes tengan formación con base en trayecto o capacitaciones”. Los profesionales estarán sujetos a la aprobación de la instancia de evaluación de suficiencia teórica y práctica exigida por la autoridad de aplicación.
El proyecto sancionado no solo pretende regular, sino revitalizar la actividad, puesto que la flamante Ley es fundamental para garantizar la calidad y seguridad del servicio prestado a los pacientes, así como el establecimiento de un marco de trabajo que facilitará su incorporación al sistema de salud y a los equipos de trabajo interdisciplinarios. Este marco regulatorio implica proteger los derechos tanto de los profesionales como de los pacientes.
