Clara Da Silva, paciente del Hospital Escuela de Agudos “Dr. Ramón Madariaga”, compartió su historia de lucha y esperanza tras ser diagnosticada hace cinco años con mieloma múltiple, un tipo de cáncer oncohematológico poco conocido. En declaraciones a Canal Doce, habló de la atención que recibe, la importancia del diagnóstico oportuno y la confianza en el sistema de salud pública del Parque de la Salud.
“Estoy hoy acá en el hospital por un tratamiento de médula que me realicé hace cinco años”, relató. Es así que indicó que tras un diagnóstico le detectaron este tipo de cáncer.
Allí, comenzó un tratamiento integral con el equipo médico del hospital, liderado por la doctora Benavídez. “Gracias a Dios, mi doctora me atendió muy bien. Empezamos con estudios, llegó el trasplante y hoy estoy bien. Me hicieron un trasplante con mis propias células, ya que no era compatible con ningún donante. Pero me alegra no haber necesitado un trasplante de otra persona”, afirmó con gratitud.
Durante el procedimiento, Clara vivió una experiencia transformadora: “Me sacaron 105 células y conocí lo que es la célula madre. Mis familiares me decían asustados que me iban a abrir la espalda, pero en realidad fue mucho más simple”.
Clara atraviesa todo el tratamiento sin temor. “No tuve miedo ni temores durante todo el procedimiento. Tengo mucha fe en Dios. Aconsejo que nunca hay que aferrarse a los problemas o enfermedades, porque eso te encierra en la depresión”, remarcó.

Sobre el origen del diagnóstico, explicó: “Tuve mucho dolor en la espalda, así comienza. Un dolor sobre el estómago. Cada vez más intenso, no me podía levantar. Así sucede con el mieloma múltiple. Nunca antes había escuchado hablar de esta enfermedad”.
Hoy, Clara lleva cinco años en recuperación, junto al acompañamiento médico diario. “Estoy bien gracias a la atención de los médicos y enfermeras del Madariaga. Estuvieron conmigo en todo el proceso, me explicaron el paso a paso. El doctor César del Banco de Sangre, su equipo y la doctora Karina fueron fundamentales”.
Luego del trasplante, retomó su vida con normalidad. “Volví a trabajar a los dos años. Cuidé a adultos mayores durante tres años, especialmente a una abuela. Actualmente estoy realizando un tratamiento preventivo para cuidar mis médulas óseas”, explicó. “Después del trasplante hay que seguir con los controles. No me encontraron nada. Por eso la doctora me hace el tratamiento para que no afecte otras partes del cuerpo, como el hueso”.

Cabe mencionar que Da Silva expresó que antes de dar con el diagnóstico correcto, recibió una evaluación errónea en un sanatorio, donde le atribuyeron el dolor abdominal a un problema de vesícula. “Me iban a operar, pero apareció mi hermana y otra doctora me sacó del sanatorio. Me dijeron que no era eso lo que tenía”.
Por último, envió un mensaje a quienes enfrentan enfermedades similares: “Aconsejo que se atiendan en un centro de salud y que no tengan miedo del diagnóstico o tratamiento. En el Madariaga tenemos todo para tratarnos. No fue necesario viajar a Buenos Aires. No precisamos buscar recursos en otro lado porque tenemos buenos médicos”.
La historia de Clara Da Silva no solo destaca los avances en los tratamientos contra el mieloma múltiple, sino también el valor de un diagnóstico correcto, el compromiso del personal de salud misionero y la confianza en el sistema público.