Carmen Valenzuela es modista, tiene 72 años y vive en Posadas. A fines del año pasado recibió el diagnóstico de cáncer de colon. Tras atravesar la etapa más difícil de su tratamiento en el Instituto Misionero del Cáncer (IMC), compartió su historia para alentar a otros pacientes y su experiencia con la calidad humana y profesional del sistema de salud pública de la provincia.
Un diagnóstico inesperado y el camino hacia el IMC
“No fue fácil al comienzo cuando me enteré que tenía cáncer”, comenzó Valenzuela. En septiembre de 2023, un diagnóstico de cáncer de colon la puso frente a uno de los desafíos más difíciles de su vida. Sin embargo, encontró una respuesta rápida y efectiva en el sistema de salud pública misionero.
“Gracias a Dios el diagnóstico rápido y a tiempo me salvó. Era un mundo totalmente desconocido para mí“, contó, quien decidió iniciar su tratamiento en el Instituto Misionero del Cáncer (IMC), parte del Parque de la Salud.
Lo hizo por recomendación de amigos y familiares, y también por una razón muy concreta: “Todo el tratamiento me saldría sin costo“, destacó y mencionó que su cobertura con PAMI fue complementaria.

Desde la primera consulta, la experiencia fue positiva: “Fue una bendición de Dios llegar ahí y conocer a la Dra. Soledad Barbereau, mi ángel oncóloga, y todo su equipo de médicas muy amorosas”, recordó.
Un sistema integral que acompaña en cada paso
La historia de esta paciente también se vincula con el acompañamiento emocional y humano que recibió durante todo el proceso.
“Todo el equipo interdisciplinario —médicos, enfermeros, psicólogos y nutricionistas— siempre muy atentos con cada paciente”, afirmó. “Los estudios y turnos me los daban rápido y nunca tuve inconvenientes. La atención fue excelente desde el primer día”, continuó.

Tuvo el acompañamiento de su hija, Florencia, durante cada consulta y reconoció que el apoyo familiar fue fundamental. “El primer día que entré al IMC fue con mi hija. No conocíamos nada, pero pronto nos familiarizamos. Hermosas instalaciones, super modernas y cómodas”.
En ese primer ingreso, como muchas personas que enfrentan un diagnóstico oncológico, experimentó una mezcla de emociones:
“Fue un momento de sentimientos encontrados, angustia, esperanza… pero siempre para adelante, nunca pensamos en negativo. Eso me ayudó mucho”.
Infraestructura de calidad: el Parque de la Salud
El Parque de la Salud Dr. Ramón Madariaga de Misiones es un polo médico de referencia regional. En su estructura funciona el IMC, centro especializado en oncología que permite diagnósticos tempranos, tratamientos multidisciplinarios y seguimiento continuo sin costo para los pacientes del sistema público.

Valenzuela es una de las miles de personas que acceden a este servicio. Desde sus palabras, se desprende un reconocimiento directo:
“Agradecida por la salud pública de Misiones. Ver a tantas personas que vienen de distintos lugares de la provincia también es de destacar”.
Así, el IMC se impone por su modelo integral de atención, que incluye consultas clínicas, oncología, nutrición, psicología, tratamientos como rayos y quimioterapia, y estudios diagnósticos con tecnología avanzada.
La quimioterapia, la parte más dura
A sus 72 años, Valenzuela sigue en etapa de controles, pero ya superó lo más duro:
“Pasé por rayos, quimio… eso fue muy duro realmente, pero ya pasé esa etapa. Ahora cada dos meses me hago controles hasta que mi doctora me dé el alta definitiva”.
Sigue yendo a consultas, como parte de un proceso responsable que, según relata, ha tenido resultados positivos y alentadores.
“Si yo con 72 años pude, se puede”
A través de su testimonio, busca alentar a otras personas que atraviesan situaciones similares: “No bajen los brazos, no se den por vencidos. No pierdan tiempo y lo antes posible vayan al hospital para que los médicos les den el tratamiento adecuado”. “Si yo con 72 años pude, se puede”, insistió.

“El acompañamiento familiar y médico es imprescindible y vital. Tenemos un servicio oncológico de calidad con médicos de calidad y hay que aprovecharlo”, agregó.
La historia de Carmen Valenzuela representa una recuperación médica y retrata un sistema de salud público comprometido con sus pacientes, donde la infraestructura, el personal humano y la accesibilidad del servicio hacen posible que miles de misioneros accedan a tratamientos complejos y de calidad.