El estadounidense continúa su recorrido por la provincia. Esta vez, fue a conocer la mayor atracción del Parque Nacional Iguazú, donde se encontró con una increíble diversidad de fauna incluidos los simpáticos coatíes. “Esto es único en el mundo”, aseguró.
David continúa recorriendo la provincia de Misiones. Como segundo destino, decidió ir a conocer su mayor atracción: el Parque Nacional Iguazú, donde se encuentran las famosas cataratas, declaradas en 2011 como una de las siete maravillas naturales del mundo. Estas están formadas por 275 cascadas localizadas sobre el Río Iguazú. El 80 % se encuentra del lado argentino y el restante del lado brasileño. De acuerdo a datos de la Administración de Parques Nacionales, en el 2022 este fue el parque nacional más visitado del país. A lo largo de la Argentina, hay un total de 39 parques nacionales, 6 reservas, 2 áreas marinas protegidas, 3 parques interjurisdiccionales marinos y 2 monumentos naturales. Estos espacios albergan y protegen recursos naturales y culturales que forman parte del patrimonio nacional, que cuentan con un gran valor debido a su biodiversidad y belleza escénica.
El Parque Nacional Iguazú está situado a 18 kilómetros de la ciudad de Puerto Iguazú y posee 67 mil hectáreas que forman parte de la Selva Paranaense. Fue declarado en 1984 Patrimonio Mundial de la Humanidad por La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). David llegó allí un jueves por la mañana. En la entrada del predio, se encontró con una gran cantidad de turistas argentinos y extranjeros listos para iniciar su recorrido. El ingreso al predio está rodeado de comercios, que venden productos de merchadising como gorras, remeras, buzos y tazas con las imágenes de las cataratas. También pilotos, que muchos compraban para evitar mojarse durante la visita a las cataratas.
Una vez que ingresó, David se encontró con Santiago Gorini, jefe de guardaparques del área de cataratas. Su rol es cuidar y conservar las áreas protegidas, la flora y la fauna. “Cuando la gente se emociona con la Garganta del diablo, siento que la veo por primera vez”, sostiene. Juntos hicieron un recorrido por el sendero macuco. Esta actividad propone una caminata por la selva de 3.500 metros que desemboca en el Salto Arrechea, que posee 20 metros de altura. En el recorrido, David pudo observar de cerca las riquezas naturales que tiene el parque. La flora y fauna que habita en él representa una de las zonas de mayor biodiversidad de Argentina. Posee más de 450 especies diferentes de aves y más de 80 especies de mamíferos como el yaguareté o el ocelote. A lo largo del circuito es normal poder encontrarse con coatíes o monos caí. Sus orillas están repletas de árboles como el ceibo, que posee la flor nacional de la Argentina; el lapacho negro y el palo rosa. “Cuando uno recorre el parque sin duda puede darse cuenta por qué este lugar es visitado anualmente por personas de todo el mundo: es único. Tiene una belleza natural pocas veces vista”, sostiene David.
Luego se dirigió al tren ecológico, que sale desde la entrada del parque y llega hasta la estación Garganta del Diablo. Tiene además una parada intermedia para poder llegar al circuito inferior y superior para observar los saltos desde abajo y arriba. Este es un transporte con vagones de madera sin ventanas que hace un recorrido por la selva de 3.700 metros a una velocidad que no supera los 20 kilómetros por hora. Para evitar la contaminación del medioambiente, utiliza gas licuado de petróleo. “El recorrido es una aventura en sí misma. Como no tiene ventanas, uno puede ver la naturaleza de cerca: se puede apreciar la diversa vegetación, sentir los aromas que desprenden y ver pasar animales muy cerca de uno. Es hermoso realmente”, afirma David.
David bajó en la estación para llegar a la Garganta del Diablo. Caminó por largas pasarelas admirando la belleza natural que lo rodeaba hasta que llegó al balcón que está al lado del famoso salto, uno de los más imponentes y el más caudaloso que tiene el parque. Tiene una longitud de 150 metros, una caída de más de 80 metros de altura y un caudal aproximado de 1500 metros cúbicos por segundo. Allí todos los visitantes aprovechaban el momento para tomar fotos y, sobre todo, para contemplar de cerca la caída frenética del agua. “Es impactante estar ahí; una sensación distinta a otras. Es conmovedor ver lo que puede generar la naturaleza. Pude apreciar cómo toda la gente que me rodeaba estaba conmocionada y admirada al igual que yo de lo que estábamos viendo. Uno podría quedarse ahí horas admirando la belleza”, afirma.
David continuará recorriendo Misiones para tomar contacto con sus costumbres y descubrir nuevas historias. A partir de julio, comenzó a recorrer la Argentina junto a Infobae para descubrir el maravilloso país que eligió para vivir y las razones por las que lo sigue eligiendo.
Fuente: Infobae
