Cada 1° de julio se celebra en Argentina el Día del Historiador, una fecha que reconoce el valioso trabajo de quienes se dedican a investigar, preservar y difundir la historia del país. La efeméride también remite a un hecho clave vinculado a la Revolución de Mayo y a sus protagonistas, cuya memoria aún sigue viva.

El origen real del Día del Historiador en Argentina
Su origen se remonta al 1° de julio de 1812, cuando el Primer Triunvirato firmó un decreto en el que ordenaba la escritura de “la historia filosófica de nuestra feliz revolución, para perpetuar la memoria de los héroes y las virtudes de los hijos de América del Sud, y a la época gloriosa de nuestra independencia civil”.Lee además
Uno de los primeros en responder a ese llamado fue el Deán Gregorio Funes, cuya obra Ensayo de la Historia Civil del Paraguay, Buenos Aires y Tucumán, en tres tomos, es considerada la primera narración oficial del proceso revolucionario de Mayo.

En homenaje a aquel decreto fundacional, en 2002 el Congreso de la Nación sancionó la Ley 25.566, que estableció el 1° de julio como el Día del Historiador, con el objetivo de reconocer la tarea de “escritores, investigadores, profesores y aficionados dedicados al estudio, difusión y análisis de los acontecimientos históricos”.
¿Cuál es el rol de un historiador?
Los historiadores son quienes estudian la historia humana a partir del análisis de fuentes y hallazgos documentales. A través de su trabajo de investigación, interpretación y reflexión crítica, permiten comprender el pasado y dar contexto al presente, conservando la memoria colectiva y cultural de los pueblos.