Este miércoles 11 de junio se conmemora en Argentina el Día del Vecino Participativo. Se trata de una fecha que promueve la cultura de la buena convivencia y el compromiso ciudadano en los barrios. Aunque se celebra desde hace décadas, fue instaurada oficialmente en 1990 y tiene su origen en una iniciativa barrial con espíritu solidario.
La historia se remonta a 1946, cuando la Asociación Vecinal de Villa del Parque, en la Ciudad de Buenos Aires, decidió establecer esta fecha como una jornada para fortalecer los lazos entre vecinos. La idea nació del vecino Romeo Raffo Bontá, un activo promotor del desarrollo comunitario, que entendía la importancia de una sociedad organizada, empática y participativa.
Tras su fallecimiento en 1954, la iniciativa fue reconocida por las autoridades porteñas y en 1990, durante la gestión del entonces intendente Carlos Grosso, se oficializó el 11 de junio como el Día del Vecino Participativo, ampliando su alcance a toda la capital y extendiéndose luego a todo el país.
La jornada solo invita a celebrar a quienes comparten un mismo barrio y también a reflexionar sobre la importancia del respeto mutuo, la solidaridad, la cooperación y el compromiso con el entorno que habitamos. En tiempos de grandes desafíos sociales y económicos, esta fecha cobra un valor especial al destacar el rol del vecino como agente activo de cambio y contención.
En muchas ciudades, municipios y barrios, se organizan actividades culturales, ferias, jornadas comunitarias o encuentros entre frentistas para reforzar el sentido de pertenencia. Más allá de las celebraciones, el Día del Vecino Participativo nos recuerda que, muchas veces, la primera red de apoyo está justo al lado.
