Comenzó a funcionar en la zona centro este espacio que ya tiene sedes en distintas localidades. Está destinado a la primera asistencia de personas afectadas por consumos problemáticos y sus familias.
Oberá incorporó el espacio 333, una iniciativa articulada desde el Estado que se expande en toda la provincia. La llevan adelante equipos de voluntarios que se encargan de la primera escucha, orientación y contención de personas afectadas por consumos problemáticos.
Autoridades municipales, de la Subsecretaría de Prevención de Adicciones y representantes religiosos presentaron, esta semana formalmente el nuevo espacio, en la Casa del Bicentenario de Oberá.
La coordinadora de Comunidades de Fe, Patricia Acuña, explicó a Canal 12 que la denominación del programa está inspirado “en el pasaje bíblico Jeremías 33.3 en el que Dios nos dice clama a mi y yo responderé”.
Los profesionales de las distintas áreas y líderes que se desempeñarán en el Espacio 333 de Oberá son voluntarios. “Ellos fueron llamados por Dios e invertirán su tiempo en ayudar a otros”, enfatizó.
“Esta problemática de consumos nos atraviesa en todas las edades, no hay un rango etario, no hay una selección de clase”, afirmó el intendente Pablo Hassan.
A partir de la primera atención en este espacio, los voluntarios determinarán la derivación del paciente y su familia. Hay un lazo directo con el nuevo Centro de Prevención y Asistencia Integral en Posadas, los Puntos Preventivos y el Hogar de Día.
La propuesta funciona como espacio de escucha para quienes atraviesan por consumos problemáticos. Los colabores están capacitados para contener, acompañar y saber a quién acudir en el caso que sea necesario.
