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Written by 10:44 pm Agro y Producción, Sociedad

Es especialista en cultivo de mandioca, inspira a otros a formarse y cuenta sus secretos

Su nombre es Mirta, es de Corpus y le añade valor al cultivo de mandioca. Se formó como Técnica Superior en Agroecología en el Instituto Superior Multiversidad Popular. Dictó un taller de producción agroecológica y contó los secretos para producir plantas de 7 kilos.

Por Florencia Bueno

Con el conocimiento empírico adquirido desde que era una niña y la formación como Técnica Superior en Agroecología que cursó en el Instituto Superior Multiversidad Popular, Mirta Vera, una agricultora de Corpus, tiene mucho que enseñar. Recibió el título de nivel terciario a sus 56 años, produce alimentos sanos en apenas 1 hectárea en cantidad y variedad suficiente para la familia. Se especializó en el cultivo de la mandioca y logró plantas de hasta 7 kilos (y más) con técnicas propias. Industrializa el producto y lo lleva a la cocina en deliciosos platos.

Los talleres de Producción Agroecológica de Mandioca de la Tecnicatura en Agroecología del Instituto Superior Multiversidad Popular tuvieron como disertante destacada a Vera. “La primera capacitación se realizó el 17 de abril en Roca, pero habrá otras hasta fin de año, todas con esta flamante técnica. Incluirán no solo el cultivo sino también la industrialización y el uso gastronómico del producto”, indicó el coordinador de la formación académica, Jorge Pedersen.

El alcance de estos talleres es muy importante, en cuanto la historia de Mirta Vera inspiró a muchos a continuar la formación en Producción Agroecológica.

Desafíos

Mirta Vera tiene 58 años y vive en Corpus junto a su marido. “Me crié con mi mamá y con ella laburé desde los 8 años”, cuenta. Su infancia transcurrió entre plantaciones de mandioca y yerba mate, junto a su mamá Idelfonsa Céspedes. “Mandiocando para ganarse el pan de todos los días”, contó.

El ejemplo de una madre incansable, que frente a las adversidades logró cubrir todas sus necesidades. Ese peregrinar por distintas chacras, cuando no concurría a clases en la Escuela N°16, le imprimió la determinación de superarse y el amor por la naturaleza. 

“Tener solo la primaria fue un obstáculo para hacer una carrera. Pero siempre busqué capacitarme en distintas cosas con salida laboral, siempre quise aprender más. Cuando empecé con talleres de agroecología que daban en Roca, se me abrieron puertas. Y charlando con los profesores, encontré la carrera que podía hacer. Me becaron y me fue re bien. Hace dos años terminé, me recibí”, relató.

Hoy, la flamante Técnica en Agroecología reparte su tiempo entre la chacra ubicada a 8 kilómetros del pueblo donde vive, la cocina, donde despliega sus habilidades como Maestra Panadera y Confitera, y además ejerce como capacitadora de la Multiversidad Popular en producción agroecológica de mandioca.

Dedicación y amor por la naturaleza

Todas las actividades que realiza Vera están vinculadas con producir alimentos sanos, cuidar el ambiente donde se desenvuelve y seguir en el camino del aprendizaje.

“Al clarear el día vamos con mi marido Ramón Acasio y mi papá Vicente Miere a la chacra. Volvemos al mediodía o media tarde, según lo que haya para hacer”, contó Mirta. “Son 5 hectáreas cerca del río Paraná, 4 tienen monte y en 1 hectárea tengo alimentos que me alcanzan y sobran. Trato de rotar de cultivo. Tengo poroto, maíz, zapallo, mandioca, también banana, mamón, limón y frutas. Crio conejos, cerdos, pollos, patos, gansos, entre otros”, enumeró

Empujada por el deseo de aprender, se especializó en el cultivo de mandioca. Con observación, pudo innovar en técnicas y se perfecciona en la generación de valor agregado del producto. “Estudio desde hace algunos años para mejorar las variedades, para hacer que la mandioca rinda en kilos, y eso tiene que ver con varias cosas, con las lunas y ahora tengo la técnica de poda”, detalló.

Sabores con mandioca

“La mandioca da en cualquier lugar, salvo que el suelo sea encharcado”, afirmó la productora. Tras el buen resultado de sus prácticas en la chacra propia, reveló: “Acá tengo cuatro variedades: petriski negra, la petriski rosada, papa negra y mandioca blanca. Estoy sacando plantas de 8 meses, mandioca nueva, que tienen raíces de un kilo. Son plantas de 7 kilos, cuando la producción promedio es de 4 kilos por planta. Incluso me pasó que sacamos una planta de un año y medio con 27 kilos”.

El sabor y el aroma de la comida con mandioca están presentes desde su infancia y son inspiración para ampliar el uso gastronómico. “Cuando era chica, mamá nos hacía reviro de mandioca. Es muy fácil de preparar, primero se hierve la mandioca. En una sartén hay que freír morrón, cebollita y lo que te guste de condimento. Después unís y agregas huevos”, explicó. “En la actualidad yo planto, cosecho y consumo. Hago mandioca frita, bomba de mandioca, pastel, ñoquis, almidón, mbeju, chipa, alfajores… todo lo que pueda usar para el arte culinarios”, enumeró.

El conocimiento se comparte

Mira es muy generosa con lo que sabe. Uno de los motivos por los que la Tecnicatura en Agroecología la eligió para los talleres sobre Producción Agroecológica de Mandioca.

“En la charla que tuvimos el 17 de abril, el primer taller, Mirta nos contó sobre el proceso de selección de variedades que ella conoció a través de su historia productiva. Pero también de la resignificación de una variedad que viene de su familia. Le da mucho valor al cuidado de la variedad y el manejo de las semillas. Nos contó sobre el manejo de suelo, control de plagas, la fertilización y también la distancia entre plantas para lograr una buena producción”, aseguró Pedersen.

Además, ponderó el Coordinador de la Multiversidad: “Los profesores de Prácticas Agroecológica 1 van a trabajar sobre la generación de valor agregado de la mandioca. La idea es volcar esto en la formación profesional en Auxiliar en Horticultura Orgánica”, y así extender aún más el alcance de sus conocimientos.

De una buena tierra sale buena mandioca

“Crecí un montón”, señala Mirta al mirar hacia atrás. “Cuando hice la carrera empecé a llamar a las cosas por su nombre. Tenía práctica, me faltaba lo teórico, y una cosa va de la mano de la otra. Por ejemplo: voy a plantar mandioca porque necesito para comer, pero si quiero que me dure esa plantación y que sea buena, hay que preservar el suelo, y así diseñé mi propia plantación”, repasó. “De una buena tierra sale un buen producto”, sentenció.

En cuanto a sueños por cumplir, Mirta Vera reveló: “Disfruto el 100% de mi producción. Siento placer al ver y al consumir lo que yo misma planto. Cuando vuelvo de la chacra al pueblo es como volver de vacaciones. Mis dos nietas son mi estímulo, pienso estas verduras, huevos, pollos, son para ellas. Y deseo que los demás tengan la posibilidad de estudiar una carrera, algo que yo no tuve cuando era más joven. Mis cuatro hijos, desde el más chico de 25 años hasta la más grande de 40, pudieron formarse en una profesión. Una es profesora, otra se dedica a la extracción de sangre para laboratorio, la otra es kinesióloga, y mi hijo es bombero voluntario, mecánico y electricista”, enumeró.

Mirta actualmente prepara los próximos talleres que la Mutliversidad Popular dictará en Gobernador Roca, municipio con quizás la mayor cantidad de producción agroecológica de Misiones.

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