Rosa Serpp, posadeña de 39 años, tuvo que afrontar un desafío a escalas inimaginables. Fue un momento en el que no solamente entró en riesgo su vida, sino la de su bebé, de apenas seis meses de gestación. Tras algunas complicaciones, fue sometida a una cesárea para adelantar el parto de Neftali Ailín como parte de un complejo proceso en el Hospital Materno Neonatal de la capital provincial.
“Teníamos controles frecuentemente, pero se adelantó. En el proceso del embarazo me enteré que tenía diabetes gestacional, y la cuestión es que rompí bolsa. Fui al hospital y, tras una ecografía, quedé internada con reposo absoluto y con la intención de los médicos de retener a la bebé lo máximo posible”, comenzó su relato en exclusiva con canal12misiones.com.
En ese tiempo, fueron varias semanas por las que tuvo que pasar bajo los cuidados del Parque de la Salud. “Estuve 27 días internada, y en en esos días tuve algunas complicaciones de fiebre y otras cuestiones y tuvo que nacer antes, el 2 de mayo. Fue un proceso muy difícil y complicado a pesar de todo y de que yo viva acá, pero muchos familiares viven en Comandante Andresito”, señaló.
Nacimiento y protección
Neftali Ailín nació a inicios de mayo del 2023. “En los primeros meses, gracias a Dios, mi bebé nació y no tuvo que ser entubada. Quizás tuvo alguna complicación por una neumonía que se contagió, por lo que tuvimos que regresar al Neo y nos recibieron. El hospital a través del instituto SIMES, se hizo cargo de la endoscopía y demás estudios para el alta después de un mes”, expresó Serpp.
Además, la madre destacó el trato que recibió por parte de los médicos y enfermeros del Hospital Materno Neonatal. “La atención fue muy linda, no me puedo quejar. Principalmente en esos primeros días complicados y que no tenía acompañante, hasta que vino mi hermana del interior, y en esos primeros días tenia constantemente enfermeros cerca. Me atendieron, me ayudaban a hacer el menor movimiento posible. Muy amables todos, muy atentos en todo momento”, destacó.
En la misma línea, tuvo elogios para la infraestructura con la que convivió en esas semanas. “En cuanto a las instalaciones también. Donde estuve en cada una de sus camas había espacio para equipos y acompañantes. Mi hermana que me acompañaba también tenía lugar para recostarse”, manifestó.
Actualmente, su hija Neftali Ailín, quien nació tras apenas 28 semanas de gestación, celebra su vida junto a su familia, tras haber cumplido recientemente dos años. “Ahora se encuentra bien, ya que sigue con el tratamiento. Más allá de todo lo que pasamos, la atención fue muy buena”, puntualizó.
La historia de Rosa y Neftali es un testimonio de fortaleza, esperanza y la importancia de una atención médica especializada y humana. A través del compromiso de los profesionales del Hospital Materno Neonatal, y con el apoyo constante de su familia, hoy Neftali disfruta de una vida plena, recordándonos la vital labor que implica cuidar la salud desde los primeros momentos.
