En abril de 2025, el estimador mensual de actividad económica (EMAE) tuvo un salto del 7,7% en la comparación interanual y de 1,9% respecto a marzo en la medición desestacionalizada. Este repunte de la economía se dio gracias al comercio y la construcción.
El aumento de abril fue el más alto para un mes desde abril del 2022, cuando había subido 7% en medio de comparaciones interanuales con la actividad semiparalizada del segundo año de la pandemia. En lo que va del año la actividad creció 6,3%.

Abril fue un mes marcado por la salida del cepo cambiario que llevó a un aumento del dólar que terminó siendo menor a lo esperado, lo que a su vez acotó el impacto en la actividad.
Según informó el INDEC, con relación a igual mes de 2024, doce de los sectores de actividad que conforman el EMAE registraron subas en abril, entre los que se destacan Intermediación financiera (28,4%) y Construcción (17,1%).
La actividad de Comercio mayorista, minorista y reparaciones (con un alza del 15,6%) fue la de mayor incidencia positiva en la variación interanual del EMAE, seguida de Industria manufacturera (7,6%) e Intermediación financiera (28,4%).
Una economía que no resucita del todo
Por su parte, tres sectores de actividad registraron caídas en la comparación interanual, entre los que se destacan Pesca (-20,2%) y Electricidad, gas y agua (-3,4%). Estos rubros, junto con Administración pública y defensa; planes de seguridad social de afiliación obligatoria (-0,9%), le restaron 0,16 puntos porcentuales al crecimiento interanual del EMAE.
Para la consultora LCG, “abril mostró una fuerte recuperación respecto a marzo, que había registrado una caída del 1,9% mensual. Recordemos que marzo fue un mes de mayor incertidumbre, con tensiones cambiarias, y aceleración de la inflación que volvió a restar poder adquisitivo”.

“El arrastre estadístico para lo que queda del año implica un crecimiento del 4,7%”, agregaron. “A pesar de la recuperación de abril, en parte como efecto rebote y consecuencia de la calma financiera posterior al cambio de régimen (buena recepción de salida parcial del cepo y tranquilidad por los montos desembolsados por el FMI), mayo muestra varios “rojos” en algunos indicadores de avance de la actividad económica”, advirtieron.
Concretamente, LCG señaló que la recaudación asociada al consumo como Créditos y Débitos e IVA cayó poco más del 1% promedio contra abril, en línea con las ventas minoristas publicadas por CAME que cayeron 0,7% mensual; las importaciones de bienes se contrajeron alrededor del 5% y el consumo de bienes durables, que puede observarse a través del patentamiento de autos y motos, cayó poco más de 4% mensual desestacionalizado en mayo”.
Confianza del consumidor
Por el contrario, la confianza del consumidor revirtió parte de la caída de marzo creciendo 3,2% mensual. Los indicadores vinculados a la construcción caen contra abril, mientras que la dinámica en la producción industrial está matizada con rojos y verdes.
“Para adelante, continuamos proyectando un sendero de crecimiento errático y débil, manteniendo disparidades entre sectores. Proyectamos un crecimiento del 4,5%-5% para 2025, con buena parte del mismo explicada en el arrastre estadístico que dejó la parte del mismo explicada en el arrastre estadístico que dejó la recuperación de la actividad en la segunda mitad del año pasado”, concluyó LCG.
Con más optimismo, Eugenio Marí, Economista Jefe de la Fundación Libertad y progreso, sostuvo que “el dato del EMAE de abril muestra que la tendencia de recuperación de la economía continúa.
El gobierno unificó el mercado de cambios de manera exitosa, lo que permitió no solo despejar esas dudas, sino que además eliminó regulaciones que distorsionaban la actividad. Con esto, el EMAE de abril corrigió la caída de marzo y quedó apenas un 0,1% por debajo del pico que había tocado en febrero“.