El mercado cambiario argentino experimentó este miércoles una jornada de fuerte presión al alza, llevando al dólar a sus niveles más altos desde la eliminación del “cepo cambiario“. Tanto la divisa mayorista como la minorista alcanzaron topes, un movimiento que, si bien anticipado por analistas, genera atención en un contexto de factores estacionales y políticos de cara a las elecciones de medio término de octubre.
El dólar mayorista, a 1.229 pesos, sobrepasó por primera vez esta semana el punto medio de la banda de flotación (hoy a $1.206) fijada por el Gobierno el 11 de abril, con la liberación del mercado de cambio, en la llamada Fase 3 del programa económico.

No obstante este precio está lejos de exigir la intervención oficial para moderar su evolución, pues el techo de la banda se ubica en los $1.443 -que gatilla ventas del BCRA- y el piso $969 -que habilita compras del BCRA sin esterilizar pesos-.
En tanto, el dólar minorista finalizó a $1.245 para la venta en el Banco Nación, con una suba de diez pesos o 0,8% respecto del martes. El billete llegó a operar a 1.255 pesos por la mañana.
Banco Central informó que en las entidades financieras el billete al público quedó negociado a un promedio de $1.248,43 para la venta (suba de $13,93 o 1,1%) y $1.203,67 para la compra.

Las claves de la suba
En el escenario inmediato, el tipo de cambio presenta desafíos que requerirán atención. Aquí las claves de la reciente suba:
1) Fin de la baja temporal de retenciones. Aunque aún restan doce días hábiles para liquidar ventas al exterior de soja y maíz declaradas en junio -lo que garantiza un flujo importante para la oferta mayorista en el corto plazo-, la expectativa de menores ingresos de divisas comerciales al mercado potencia la suba. Esta tendencia coincide además con estacionalidad adversa de las importaciones, que suelen alcanzar su pico entre julio y agosto.
2) Regresó la demanda minorista. El cobro de salarios de principio de mes, el medio aguinaldo percibido por trabajadores en relación de dependencia y las compras de divisas para gastos en el exterior en vacaciones de invierno movilizan la demanda de individuos que volvió a tomar fuerza con la eliminación de impuestos y el fin del cupo mensual de USD 200 a partir del lunes 14 de abril.
3) “Trade” electoral. Es habitual la dolarización a manos de ahorristas y también empresas en los años electorales, en especial en los meses previos a los comicios. Aunque está claro que la salida del “cepo” se produjo en orden y lejos de cualquier evento traumático, en una línea de precios previsto por el Gobierno -dado el equilibrio del dólar pegado al centro de la banda-, la presión alcista para el dólar será “moneda corriente” hasta octubre.

Qué prevén los analistas
“La estacionalidad típica de la temporada invernal, sumada al pago de aguinaldos y el contexto electoral, podría generar volatilidad sobre el mercado cambiario”, dijo José Maria Segura, economista jefe de PwC Argentina.
“Sin embargo, estos efectos podrían mitigarse con una política monetaria restrictiva y una política fiscal que contribuya a ese objetivo”, señaló.
“Al finalizar la temporada alta de exportaciones —favorable para el mercado cambiario—, nuevas publicaciones acentúan las preocupaciones sobre la volatilidad del tipo de cambio en las próximas semanas”, explicó Javier Casabal, analista de Adcap Grupo Financiero.
Un relevamiento elaborado de Reuters estimó que el tipo de cambio oficial podría aumentar un 19% en un año, a $1.465 por dólar, una variación moderada que aún quedaría dentro de los objetivos del Gobierno en su banda de libre flotación.
Fuente: Infobae