¿Dónde está el sable corvo de San Martín? Esta fue la pregunta que Clarín le formuló a tres fuentes luego de acceder a la versión de que el famoso sable que constituye una de las dos reliquias del Museo Histórico Nacional (MHN) más visitadas por el público podría pasar a manos del Regimiento de Granaderos, donde ya estuvo custodiado y sin acceso de visitantes, conforme a un pedido que habría sido formulado al ministerio de Defensa.
Los historiadores sanmartinianos, celosos custodios del acervo del Padre de la Patria, se pusieron en alerta pues esta semana la versión se fortaleció con un “está decidido el traslado del sable del Libertador” del Histórico a Granaderos. Sin embargo, tanto las autoridades de Cultura de la Nación, que conduce Leonardo Cifelli, como de la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Karina Milei, estarían a favor de que se respete la donación de los herederos del preciado símbolo patrio. Eso es: los herederos de Juan Manuel de Rosas al MHN.
El sable del Libertador y la bandera de Macha, una de las dos que perteneció al Ejército de Manuel Belgrano y quedó descubierta en 1883, son las dos piezas más valiosas del MHN. Según le cuenta a Clarín su director, el historiador Gabriel di Meglio, “el público viene muy especialmente a ver esas dos piezas originales al museo”. Incluso, comenta, el sable cuenta con custodia permanente de los Granaderos.
Antes del exilio
Las razones del pedido de Granaderos no están claras. Cuando San Martín dejó el país recaló en principio en los suburbios de París, antes de anclar en Boulogne sur Mer. Previo a su partida le cedió su sable a Juan Manuel de Rosas, para que en su huida posterior a la derrota en la batalla de Caseros, le facilitara su exilio en Inglaterra. Todo esto según nos contaron los historiadores.
A la muerte de Rosas, la espada quedó en manos de su hija Manuelita de Rosas quien se casó con Máximo Terrero. Los herederos del matrimonio tomaron la decisión de donar la espada al fundador del Museo Histórico, Adolfo Carranza. La institución fue creada en 1889.
Así quedó plasmado en una carta de puño y letra de Manuelita de Rosas Terrero, quien falleció en 1898. El Museo conserva en original y facsímil la carta de Manuelita, una de los tres hijos legítimos de Rosas (además tuvo otros no reconocidos con su amante Eugenia de Castro).
En la década del 60, concretamente en 1963 y en 1965, dos grupos armados, luego desmantelados, robaron el sable con la intención de llevárselo a Juan Domingo Perón a su residencia de Puerta de Hierro, en Madrid, España.
El ejército abortó los dos robos y un año después, por un decreto de Juan Carlos Onganía, cuyo golpe de Estado destituyó al presidente democrático Arturo Illia, se ordenó que el sable de San Martín pasara a ser custodiado por los Granaderos.
Pasaron 49 años hasta que un nuevo decreto, de la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner en 2015, ordenó la restitución del sable del Libertador al acervo del MHN, donde se encuentra inventariado.
Elegido por los herederos
Las razones por las cuales ahora Granaderos, a través del ministerio de Defensa, está reclamando el emblemático sable sanmartiniano, no están claras. Sobre todo porque Defensa, según las fuentes consultadas, tiene algunos museos pequeños, pero el Histórico Nacional es el elegido por los herederos de la pieza histórica como reservorio y custodio.
No solo del sable del Libertador, sino también de todos los bienes que la familia Balcarce (sucesores por parte de Merceditas San Martín, única hija legítima del prócer) donaron al museo. Desgajar ese acervo sería realmente incomprensible.
De todos modos, como ya mencionamos, las autoridades de Cultura no han considerado sacar el sable del Museo Histórico para mandarlo al Regimiento de Granaderos. Por el momento.

“El sable le llegó a Rosas entre 1850 y 1851 justo antes de que cayera (luego de la batalla de Caseros). Se va a Inglaterra y se lleva el sable consigo. El sable vuelve al país en 1897, oportunidad en que fue entregada al museo”, cuenta a Clarín el director Di Meglio.
En las primeras décadas del siglo XX, un decreto del entonces presidente de facto José Uriburu fijó como destino del sable sanmartiniano al Museo Histórico Nacional.
Robo del sable corvo de San Martín del MHN
En los años 60 uno de los robos de la espada sanmartiniana ocasionó la renuncia del director del Museo Histórico, capitán de navío Humberto Burzio. A partir del segundo robo, el comando del ejército lo puso en custodia del Regimiento de Granaderos a caballo en 1967. Así el famoso sable permaneció en Granaderos desde esa fecha hasta 2015.
El MHN tuvo distintos momentos en relación con la reliquia histórica. Hubo algunas gestiones en las que exigió el retorno de la pieza a su sede. Mientras no estuvo allí disponible hubo una vitrina vacía en la que se mencionaba que estaba preparada para el regreso del sable del Libertador.
Hubo directores que reclamaron el regreso del acervo sanmartiniano al Museo Histórico con excepción del sable. Este fue el caso del exdirector ya fallecido Juan José Cresto, que incluso lo hizo público.
En 2014 el Museo Histórico hizo la muestra San Martín, mucho más que un prócer. Este fue el último período de presencia del sable corvo en el Regimiento de Granaderos. La muestra se co-organizó entre el Instituto Sanmartiniano, el Museo Histórico, el Museo Udaondo y Granaderos que llevó el sable. Duró 10 semanas y la espada se exhibía de martes a sábados con custodia de los Granaderos.
Hubo un espectáculo muy atractivo con presencia renovada de Granaderos que custodiaban el sable y se turnaban en las guardias.
El sable corvo de San Martín
En 2015, el Museo le pidió a la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner el retorno del sable corvo a su acervo. Así se dictó el decreto que marcó el regreso de la reliquia histórica a su morada actual. Eso marcó un diferendo tenso entre Granaderos y el Museo Histórico, según nos comentaron las fuentes.
Desde entonces la campaña por trasladar la espada sanmartiniana no ha cesado, en virtud de que sufrió dos robos (claro que eso fue hace 60 años) y con el argumento de que las medidas de seguridad en el Histórico no son suficientes.
¿Por qué recrudece ahora esta versión? Por la medida adoptada por el ministro Federico Sturzenegger de disolver algunos institutos históricos, convertir al Instituto Nacional Sanmartiniano en Museo y ante la incertidumbre sobre qué pasará con los respectivos acervos de las instituciones que serán fusionadas en un solo organismo de investigaciones históricas.