Biodiversidad: patrimonio vital para el presente y futuro
Cada 22 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Biodiversidad. Este 2025, el lema global es “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible”. En línea con el Marco Mundial Kunming-Montreal, firmado por más de 190 países con metas claras a alcanzar antes de 2030. La iniciativa busca frenar y revertir la pérdida de naturaleza antes de 2050. Misiones, una de las provincias con mayor riqueza natural del país, es pionera en la implementación de políticas orientadas al cuidado del ambiente y la protección de los ecosistemas.
La biodiversidad no solo representa la variedad de especies animales, vegetales y microorganismos. También implica las relaciones entre ellos, su entorno y su rol en los servicios ecosistémicos esenciales: provisión de agua potable, alimentos, medicamentos, refugio, fertilidad de suelos y regulación del clima. Naciones Unidas advierte que los desequilibrios en la biodiversidad repercuten directamente en la salud humana, dado que los ecosistemas degradados propician la aparición de enfermedades transmisibles entre animales y personas.
En este marco, Misiones reafirma su compromiso con la conservación. La provincia posee el 52% de la biodiversidad del país y conserva el 80% de sus especies vivas. Esta riqueza se asienta en la Selva Paranaense, que alberga más de 150 especies de mamíferos, 564 de aves, 260 peces de agua dulce, 116 reptiles, 68 anfibios y miles de especies vegetales. Esta diversidad convierte a la región en un punto caliente de vida silvestre que requiere una protección permanente.
Legislación, áreas protegidas y conciencia ambiental
El cuidado del ambiente en Misiones no es un tema reciente. Hace años, la provincia trabaja de manera articulada con el Ministerio de Ecología, el Instituto Misionero de Biodiversidad (IMiBio) y otros organismos, promoviendo leyes que garantizan la preservación de los ecosistemas. Uno de los pilares es el sistema de áreas naturales protegidas, que crece año a año con nuevas reservas y parques municipales.
Entre las normativas destacadas se encuentran la creación del Registro Provincial de Humedales, la instauración del Día Provincial de la Selva Misionera y el Plan de Restauración Ecológica de Orquídeas Nativas. También sobresalen el Sistema de Gestión Integrada de Cuencas Hidrográficas y el programa Cuido mi Espacio Verde, orientado a formar conciencia en las infancias sobre el valor de los espacios naturales.
Además, la provincia integra los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a sus políticas públicas, con énfasis en el cambio climático. Estas acciones posicionan a Misiones como una provincia líder en materia ambiental, tanto a nivel nacional como en el plano internacional.
Por otra parte, se continúa fortaleciendo la red de áreas protegidas. En el último tiempo se declararon como reservas naturales el Arboretum La Forestal en Leandro N. Alem, la Cuenca Zaimán y el Bioparque Natural Alberto Roth. Cada uno de estos espacios cumple un rol clave como refugio de especies, fuente de oxígeno, equilibrio hídrico y educación ambiental.
Fauna y flora: tesoros vivientes bajo protección legal
La tierra colorada también protege legalmente a numerosas especies consideradas monumentos naturales. Esta categoría reconoce el valor simbólico, ecológico y cultural de animales y plantas nativas, muchas veces amenazadas por la intervención humana.

En la fauna, se destacan el yaguareté, el oso hormiguero y el tordo amarillo. El primero, considerado el felino más grande de América, habita los ambientes cercanos al agua en la selva misionera. El oso hormiguero o yurumí, por su parte, es vital para el control natural de insectos que podrían afectar cultivos y viviendas. El tordo amarillo, una pequeña ave de plumaje brillante, es característico de los pastizales y se encuentra en grupos de hasta 240 individuos.
Estas especies, junto a otras que forman parte de normativas específicas, están protegidas por leyes provinciales que buscan evitar su caza, tráfico o destrucción de hábitats. El enfoque va más allá de la fauna: la flora autóctona también cuenta con protección especial.
Dos ejemplos destacados son el Chachí bravo y el Pindocito, ambos declarados monumentos naturales. El primero es un helecho arborescente que habita zonas húmedas de selva, considerado un bioindicador de ambientes saludables. El segundo es una pequeña palmera de tallo subterráneo, que crece en suelos arenosos de Misiones y cumple una función relevante en la estructura de los ecosistemas.

Estos reconocimientos legales implican restricciones específicas, acciones de restauración ecológica y difusión sobre la importancia de conservar estas especies.
Educación, investigación y participación comunitaria
El cuidado de la biodiversidad no se limita a las normas ni a las reservas. En Misiones, el rol de la educación ambiental y la investigación científica es clave para sostener las políticas de largo plazo. Programas como Cuido Mi Espacio Verde apuntan a formar ciudadanía ambiental desde las aulas, motivando a niños y niñas a participar del cuidado de plazas, parques y reservas urbanas.
A esto se suma el trabajo del IMiBio, que desarrolla investigaciones científicas para entender el comportamiento de especies, su relación con el entorno y su estado de conservación. Este conocimiento se transforma luego en políticas públicas eficientes y fundamentadas.
La provincia también promueve el uso sostenible de los recursos naturales. Iniciativas vinculadas al cultivo orgánico y la producción agroecológica buscan equilibrar la actividad económica con la protección ambiental. Se trata de generar alimentos sin afectar negativamente al entorno, respetando los ciclos naturales y preservando la fertilidad del suelo.
La participación comunitaria también es fundamental. Existen múltiples experiencias de vecinos y organizaciones que gestionan reservas privadas, promueven el turismo sustentable o realizan actividades de reforestación y monitoreo de fauna. Estas prácticas demuestran que la biodiversidad no solo se cuida desde el Estado, sino también desde la sociedad civil.
En un mundo que enfrenta crecientes desafíos ambientales, Misiones demuestra que es posible crecer cuidando la vida en todas sus formas. Su modelo de gestión ambiental se basa en leyes, educación, ciencia, participación y compromiso político. En el Día Mundial de la Biodiversidad, la provincia ratifica su liderazgo con una premisa clara: si la diversidad biológica se protege, toda la humanidad se beneficia.