Productos envasados y yerba mate son los productos que ofrece la Cooperativa Flor de Jardín. El lugar celebra su quincuagésimo aniversario. La marca se expande en el mercado nacional.
A fin de generar trabajo, comercializar sus productos y forjar una identidad local, el 3 de noviembre de 1973, inmigrantes de Polonia, Japón y Alemania conformaron la Cooperativa Flor de Jardín en Jardín América. Hoy, el lugar cumple 50 años. El secadero y el molino de Yerba Mate son los pilares fundacionales de la Cooperativa, además de los productos envasados.
“Esto arrancó en Colonia Sol de Mayo, a 8 kilómetros de Jardín América. En ese momento 36 productores yerbateros deciden formar una cooperativa“, dijo a Canal 12 Naritoshi Mikami, presidente de Flor de Jardín. En este sentido explicó que los productores eran inmigrantes que se instalaron en la zona. “Fue importante para el progreso de la localidad”, afirmó.
Con una marca ya instalada en el mercado, el lugar ofrece yerba mate, encurtidos como pepinillos agridulces, chucrut, pickles, choclitos, aceitunas, remolachas, ajíes. También mermelada, mandarina, ananá y dulces de mamón, higos y zapallo. Esto determina un crecimiento prolongado en el lugar.
Expansión comercial
“Con la diversificación tenemos trabajo todo el año que se compensa con mandioca, pepinillo y choclitos”, explicó Mikami. Además señaló que son los productos regionales más demandados. En este sentido contó que buscan competir con calidad. “Es un logro llegar a los 50 años. Todo es el esfuerzo de lo asociado de quienes están y todo lo que tiene la cooperativa”, refirió.
Por su parte, Iván Revinski, gerente comercial de Flor de Jardín comentó su experiencia en la cooperativa en la cual lleva más de 20 años. “Tuve la oportunidad de ingresar en el año 2000. Entré como operario general y me fui desempeñando en diferentes áreas”, explicó el jardinense.
Respecto a ello indicó que hubo un avance notorio en el crecimiento de la empresa. “En esa época comercializábamos solo en Misiones después se llegó a otras provincias en forma paulatina“. En este sentido sostuvo que en aquel entonces era una utopía vender en Buenos Aires. “Hoy estamos bien allá. También en Córdoba y otras provincias”.
Crecer junto a la marca
Respecto a ello manifestó que pudo crecer junto a la marca. “Me debo por y para la cooperativa. Para mi Flor de Jardín es mi familia. Paso mucho tiempo acá y nos llevamos como una gran familia”, afirmó.
De esta manera, la Cooperativa Flor de Jardín celebra cincuenta años en el mercado. Con su moderna fábrica, materia prima de calidad e identidad propia, el lugar busca expandir sus productos al mercado nacional e internacional.
