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Written by 7:50 am Notas de opinión, Política

Previsibilidad en medio del caos

La crisis nacional acentúa sus aspectos económicos, financieros y sociales en una magnitud que no parece tener fin. Misiones, por su parte, marcha hacia las elecciones del próximo domingo en un clima de calma y paz social brindado por un modelo que es elegido recurrentemente por los misioneros.

Por Fiorella del Piano

En cada elección; ya sea municipal, provincial o nacional, el ciudadano busca futuro. Puede ser en forma de cuestiones que atañen a su entorno más cercano para que se concreten en el corto o mediano plazo, aspectos relativos al quehacer y bienestar de la provincia donde habita o, incluso, una idea de país, de nación, que trascienda a su propia existencia y apunte a sus hijos y nietos. No negamos elementos tales como bronca, frustración y apatía en el proceso electoral, pero la característica que prima por sobre las demás es la perspectiva de un horizonte mejor en cuanto a la calidad de vida.

Las próximas elecciones legislativas provinciales en Misiones el próximo domingo 8 de junio no escapan a dicha definición, aunque lo que impacta es el fuerte contraste con un país convulsionado en medio de una cruel crisis social, económica y política profunda, mientras que la provincia atraviesa un clima de calma, orden y previsibilidad, sostenida por una idea, un modelo de gestión que es convalidado una y otra vez en las urnas por el misionero de a pie.

La crueldad y desidia avanzan en el país, sus objetivos prioritarios son el recorte y la represión impiadosa a los jubilados que reclaman un aumento de sus haberes, el desentendimiento absoluto de las personas con discapacidad -esta semana, el Director de la Agencia Nacional de Discapacidad Diego Spagnuolo le dijo a una madre de un niño que reclamaba por la desidia gubernamental: “Si tuviste un hijo con discapacidad es problema de la familia, no del Estado”- y la desfinanciación de un Hospital que atiende a niños de todo el país y es referencia en Latinoamérica, como el Garrahan. Claro que hay más, ajustes inentendibles, sin planificación, que cuestan más al Estado de lo que supuestamente ahorran, como la suspensión de obras de infraestructura claves para el país -como el último gasoducto inaugurado-, el estado calamitoso de las rutas nacionales o la paralización de las obras que estaban pautadas e incluso se habían iniciado en las distintas provincias, entre ellas Misiones.

Para graficar el contraste mencionado utilizaremos lo que sucede en el Hospital Madariaga de nuestra provincia: el robot cirujano de última generación adquirido resultó una cuantiosa inversión de fondos públicos, así como el PET para diagnóstico oncológico. Es importante señalar la diferencia entre los verbos invertir y gastar, los equipamientos en salud, la modernización de laboratorios, el fortalecimiento de la medicina infantil y la atención a la discapacidad no se consideran gasto alguno, sino una inversión en la salud de la población. Parece redundante tener que aclararlo, pero es necesario hacerlo en este momento de nuestra historia.

Una de las principales banderas que tiene el Frente Renovador desde su génesis es la educación: la Escuela Secundaria de Innovación, Silicon Misiones, la apuesta por la robótica educativa y la garantía de un piso mínimo de días 190 días de clase es prueba de ello.

Otros aspectos sociales y económicos tampoco son descuidados, como el apoyo a pequeños productores del agro en medio de una avanzada desregulatoria brutal. Por supuesto que todo lo enumerado tiene su costo, pero se realiza dentro de una administración ordenada que no busca el déficit cero a como de lugar y sin importarle la población.

Las ideas del plano económico ejecutadas y difundidas por los libertarios cuentan aun con un apoyo ciudadano considerable, la explicación se encuentra en el tiempo que se le suele dar a un nuevo gobierno, la promesa libertaria de que sin Estado todo va a florecer y la falta de una propuesta que le dispute el sentido, la forma y el futuro de Argentina como país.

Por lo anteriormente dicho, se desprende que en Misiones no tengan demasiada influencia en la discusión pública estos tópicos: el ajuste real, fuera del discurso, es cruel y doloroso, desordena y destruye vidas. Aquí en nuestra provincia nadie hace gala del derroche, de afectar las cuentas públicas, de no importarle el equilibrio fiscal, nadie hace una épica del endeudamiento feroz que no redunda en nada beneficioso para el ciudadano, pero tampoco nadie celebra o desea afectar la calidad de vida del otro. Es inimaginable que el misionero apoye a un Luis Caputo local que endeuda a la provincia en dólares por décadas y además lo festeje.

Todos los candidatos -a concejales y diputados provinciales- renovadores que han recorrido a lo largo y a lo ancho el territorio misionero durante esta campaña señalaron que durante la escucha -más que la charla- con el vecino recibieron pedidos y reclamos concernientes a la mejora de sus problemas y situaciones más cercanas y concretas, la exigencia es por un Estado que se inserte de manera inteligente en sus vidas, no que desaparezca y se lleve puesto su salud, su bienestar, su educación.

Oposiciones

El entramado opositor en la provincia llega a la cita electoral muy debilitado, sin prácticamente nada que ofrecer, solo agravios y operaciones políticas y de prensa. Se comportó de manera inversa al oficialismo local: sin propuestas, presencia en el territorio o escucha al vecino. Casi totalmente recostados en la virtualidad, desplegaron una batería de violentas intervenciones cargadas de odio, criticando sin argumentos y negando aspectos de la realidad. Nada indica que modifiquen su modus operandi en estos últimos días de campaña.

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