Un nuevo estudio de la Universidad de Cornell sugiere que enterrar residuos de madera de la tala y los aserraderos podría ser una estrategia de bajo costo para extraer grandes cantidades de CO₂ del aire. Este método tiene el potencial de enfriar el planeta hasta 0,42 °C. Esta técnica simple y sostenible se presenta como una prometedora solución para la captura de carbono.
La propuesta de los investigadores se centra en el enterramiento de residuos leñosos (ramas, restos de tala, muebles desechados) en bosques gestionados. Actualmente, estos materiales suelen ser quemados o se les permite descomponerse, liberando el carbono almacenado de vuelta a la atmósfera.

Sin embargo, el estudio detalla que al enterrar la madera a una profundidad de al menos 2 metros, se puede preservar el carbono dentro del suelo durante siglos o incluso milenios. El suelo actúa como un aislante natural, reduciendo la presencia de oxígeno y ralentizando drásticamente el proceso de descomposición, manteniendo el carbono secuestrado de forma segura.
Captura de carbono de bajo coste: enterrar residuos de madera en bosques gestionados
Es crucial entender que este método no implica una absorción directa de CO₂ del aire como lo hacen las plantas en crecimiento. En cambio, su eficacia radica en evitar que el carbono ya fijado en la madera regrese a la atmósfera. Cuando los árboles crecen, absorben CO₂; al talarlos y dejar que los restos se descompongan, el CO₂ se libera. Enterrar estos residuos interrumpe ese ciclo, previniendo futuras emisiones.
El impacto climático estimado de esta técnica es significativo. Según el estudio publicado en Nature Geoscience, si se aplicara globalmente durante los próximos 76 años, podría eliminar entre 770 y 937 gigatoneladas de CO₂. Esto equivaldría a una reducción de la temperatura global de hasta 0,42 °C.

Un ejemplo contundente del potencial de este método se observa en Estados Unidos: si el país enterrase el 66% de sus residuos leñosos provenientes de bosques gestionados, podría alcanzar la neutralidad de carbono para el año 2050.
¿Por qué la madera?
Además de su capacidad de captura de carbono, el enterramiento de residuos de madera ofrece beneficios adicionales, como la reducción del riesgo de incendios forestales al eliminar material combustible de la superficie.
Los investigadores subrayan que esta es una forma de “captura pasiva” de carbono, no activa, que aprovecha un subproducto abundante y a menudo problemático de la industria maderera. Es un método de bajo costo que podría implementarse a gran escala.

Aunque los hallazgos son prometedores, el estudio también señala la necesidad de realizar investigaciones adicionales para comprender completamente el impacto en el suelo y la biodiversidad de los ecosistemas donde se aplique esta técnica.
En resumen, la propuesta de la Universidad de Cornell ofrece una solución económica, sostenible y técnicamente simple para abordar el cambio climático, aprovechando un recurso ya existente para un impacto ambiental positivo.
Impacto potencial global
Según el modelo desarrollado por el equipo de Cornell:
- Si se implementa a escala global entre 2025 y 2100, podría eliminar entre 770 y 937 gigatoneladas de CO₂,
- Esto equivaldría a reducir la temperatura global hasta en 0,42 °C, una cifra significativa en el contexto de los Acuerdos de París
- En un escenario nacional, EE. UU. podría alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 enterrando el 66 % de los residuos leñosos de sus bosques gestionados

Aplicaciones de los residuos de madera más allá del bosque
Aunque el mayor potencial está en zonas forestales, los investigadores también ven oportunidades en:
- Zonas urbanas, como el reciclaje de poda de árboles
- Huertos, frutales y sistemas agroforestales
- Residuos postindustriales de muebles o aserraderos
En el estado de Nueva York, ya se están estudiando casos piloto en huertos que exploran la posibilidad de lograr carbono neutralidad con esta técnica.
Beneficios adicionales: desde incendios hasta empleos verdes
- Reducción del riesgo de incendios forestales, al retirar biomasa combustible
- Creación de empleo en logística y manejo de residuos leñosos
- Aprovechamiento de infraestructura ya existente, como maquinaria de tala, caminos rurales y excavadoras
Desafíos técnicos y ambientales
A pesar de su simplicidad, el enfoque aún requiere investigación en aspectos clave:
- Posibles emisiones de metano en condiciones anaeróbicas
- Impactos sobre la salud del suelo y la biodiversidad edáfica
- Viabilidad territorial y social en distintos contextos
- Costos logísticos según escala y geografía
- Los autores señalan que demostraciones a gran escala serán fundamentales para validar su sostenibilidad.
Una solución climática circular y complementaria
A diferencia de otras tecnologías de captura de carbono, este método:
- No requiere infraestructura compleja ni reactores químicos
- Aprovecha residuos ya existentes, transformándolos en activos climáticos
- Es compatible con estrategias como la reforestación y la restauración ecológica
“Enterrar madera no es solo una técnica de secuestro de carbono; es una vía hacia una gestión más resiliente, circular y regenerativa de nuestros recursos naturales”, señalan los investigadores.