El mercado de la agricultura cumple los designios de los consumidores, los cuales buscan un producto saludable que no dañe el ambiente. Los bioinsumos satisfacen estos requisitos, además de dar un mayor rendimiento a los agricultores. Con su firma insignia Agro Sustentable, Misiones mantiene un pie en este mercado.
Salud, ambiente y productividad, son los tres ganchos que sostienen los productos de los agricultores en el mercado moderno. Lo saludable siempre fue un factor de venta seguro. A esto se suma que el consumidor actual busca productos amigables con el ambiente y en varias fronteras es un requisito de exportación. Y sobre la productividad, el hecho de cosechar una mayor cantidad sin requerir más espacio es la búsqueda incansable de todo productor.
Los agroquímicos lograron por muchos años satisfacer la demanda de productividad, ya que, por un precio moderado, lograban maximizar el rendimiento de la cosecha y resguardaban las plantaciones de agentes externos. Pero su empleabilidad invadía la calidad del producto generando efectos negativos en la salud y en el medio ambiente, dañando la estructura del pH del suelo y a la fauna.
A raíz de la falta de los factores salud -en algunos casos provocando daños degenerativos y cancerígenos- y ambiente, los consumidores apostaron por el mercado orgánico, el cual mostró su mayor crecimiento en 2020, superando los 120.000 millones de dólares.
En base a ello, los bioinsumos iniciaron un gran crecimiento, pese a ser un producto que ya tenía tiempo en el mercado. Ofreciendo mayor productividad, más los factores salud y ambiente, poco a poco se ganó la confianza de mercados como el europeo.
Agrosustentable, el pie misionero en el mercado de los bioinsumos
En el mercado misionero los bioinsumos están cumpliendo un factor importante dado a su cualidad de producir más, y con mayor calidad, en el mismo espacio. Esto es un factor muy importante para la provincia, la cual no cuenta con un gran territorio para producir. Además, si a esto le agregamos el factor de la preservación de la selvas -que mantiene el 52% de la biodiversidad de Argentina- agrandar los campos de cultivo es una tarea titánica.
En este marco realiza su entrada la firma de bioinsumos Agro Sustentable, que mantiene su centro productivo en el Parque Industrial y de la Innovación de Posadas, desde donde abastece a todo el territorio misionero, además de otras provincias y países.
La característica que lo hizo resaltar entre los productores es que sus productos mejoran notablemente las cosechas sin dejar residuos, ni contaminan los suelos a largo plazo como lo hacen los sistemas tradicionales.
Estos productos, que van desde fungicidas, herbicidas y sustratos, se obtienen a partir del procesamiento de materia vegetal y del aislamiento y multiplicación de microorganismos. La complejidad de su elaboración empieza desde el estudio de los microorganismos en los laboratorios, que después pasan a la prueba de campo con diferentes plantaciones en donde se estudian sus beneficios y los posibles resultados.
Una vez terminado el proceso de campo y la certificación de calidad por parte de las entidades nacionales -como el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA)- es finalmente llevado al mercado local para ser parte de la red productiva misionera.
El auge del mercado
Durante el último Congreso Latam Sobre Bioestimulantes, el especialista Manel Cervera, miembro de la analista de mercados Dunham Trimmer, expuso que los productos para biocontrol vienen creciendo en un 14,4% anual, los bioestimulantes en el orden del 11,4% anual, y los biofertilizantes entre el 8 y el 11 % anual en todo el mundo. Estas cifras demuestran que para el 2025 la proyección es que alcanzará los 3.930 millones de USD.
Según el especialista, tan solo el mercado latinoamericano cuadruplicará su consumo de bioinsumos durante esta década. El auge del mercado de bioinsumos viene acompañado de una carga política internacional importante, teniendo a Europa a la cabeza con inversiones millonarias en investigación y desarrollo, siendo uno de los primeros en reconocer su potencial.
En un entorno más regional, países como México y Colombia mantienen programas nacionales que promueven e incentivan este mercado, al igual que la transición de los agricultores. Sin ir más lejos, Brasil cuenta con diversos programas que promueven el desarrollo de fábricas de bioinsumos, y Paraguay cuenta como política principal de Estado la Estrategia Nacional y Plan de Acción para la Conservación de la Biodiversidad del Paraguay 2015-2020.
Foto de portada: Lautaro Barrientos
