Rusia volvió a atacar a gran escala durante la madrugada del domingo. Lanzó 157 drones y cuatro misiles contra distintas regiones de Ucrania. La ofensiva comenzó el sábado a las 20:30 y se extendió hasta la mañana siguiente.
Las fuerzas ucranianas respondieron con rapidez. Derribaron 117 drones, según informó la Fuerza Aérea en su canal oficial. De ese total, 98 fueron neutralizados por defensa aérea directa y 19 quedaron fuera de servicio por interferencia electrónica.
El ataque golpeó con fuerza. Hubo impactos en al menos 19 localidades y caída de fragmentos en otras dos. La ofensiva formó parte de una campaña más amplia de bombardeos que ya lleva varios días sin pausa.

Los drones partieron desde distintos puntos. Las autoridades ucranianas detectaron lanzamientos desde territorio ruso y desde Crimea, anexionada en 2014. La mayoría eran drones Shahed, algunos con carga explosiva y otros utilizados como señuelos.
Mientras tanto, el conflicto escala por otros frentes. El sábado, Ucrania atacó una base aérea rusa en la región de Voronezh. Impactó un depósito de bombas y al menos una aeronave en Borisoglebsk, base clave de los cazas Su-34, Su-35S y Su-30SM.
El viernes, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky habló por teléfono con Donald Trump. Según indicó, discutieron formas de reforzar la defensa aérea y la posibilidad de producir armas en conjunto. Trump calificó la charla como “muy buena” pero evitó compromisos sobre el fin de la guerra.

Estados Unidos, en tanto, frenó algunos envíos de misiles defensivos. Europa analiza cómo cubrir ese vacío. Ucrania avanza con planes para desarrollar su propia industria armamentista, aunque el proceso llevará tiempo.
Desde el lado ruso, el Ministerio de Defensa reportó haber derribado 94 drones ucranianos durante la noche y otros 45 durante el sábado. En la ciudad rusa de Engels, 25 departamentos sufrieron daños por impacto de drones.
Moscú también activó sus defensas. Derribó cuatro drones que se acercaban a la capital. El aeropuerto de Sheremetyevo suspendió brevemente sus operaciones por precaución.
Por último, Rusia afirmó haber capturado dos localidades en el este ucraniano: Piddubne, en Donetsk, y Sobolivka, en Kharkiv. Las autoridades rusas usaron sus propias denominaciones para anunciar los avances.
El frente sigue activo. La ofensiva aérea no se detiene. Y la guerra, que ya superó los tres años, continúa sin una salida clara.