Wanda Nara, L-Gante, Flor Vigna, Romina Uhrig y otros reconocidos influencers con millones de seguidores comenzaron a participar de una campaña oficial para advertir sobre los riesgos del juego ilegal y la ludopatía. Lo hacen como parte de un acuerdo judicial de reparación del daño tras haber sido imputados por promocionar apuestas clandestinas en redes sociales.
La medida fue dispuesta por la Fiscalía Especializada en Juegos de Azar de la Ciudad de Buenos Aires, a cargo de Juan Rozas. Este investigó la difusión de plataformas de juego sin autorización, una práctica penada por el artículo 301 bis del Código Penal. De los 110 influencers investigados, 27 firmaron acuerdos de reparación y 16 ya grabaron sus videos institucionales.
Entre ellos se encuentran: Wanda Nara, L-Gante (Elián Valenzuela), Flor Vigna, Bárbara Silenzi, Romina Uhrig, Sasha Ferro, Lola Tomaszeuski y Mario Laurens. También Mariano de la Canal, Ignacio López, Gabriel Orcellet, Facundo Guarino, Traniela Campolieto, Mariano Nahuel Valenzuela, Tomás Álvarez y Nicolás Voutrinas Fontán.
Apuestas ilegales: qué implican los acuerdos
Los acuerdos implican tres compromisos concretos. El 1° es grabar un video donde alerten sobre los peligros del juego ilegal. El 2° es difundirlo durante tres días en sus historias y mantener durante un mes contenido visible en sus perfiles relacionado a los riesgos de la ludopatía. Y el 3° es realizar un curso obligatorio de concientización dictado por LOTBA S.E. (Lotería de la Ciudad).
“Así como aprovecharon su imagen pública para promocionar juegos ilegales, ahora deben usar ese mismo medio para reparar el daño y concientizar”, explicó el fiscal general Juan Bautista Mahiques. Por su parte, Rozas destacó que se trató de una estrategia para dar una “respuesta urgente a la sociedad” y visibilizar el problema.
La fiscalía también informó que ya se bloquearon más de 400 sitios ilegales de apuestas online. Además, se continuará investigando a quienes reincidan o aún no hayan aceptado un acuerdo, lo que podría derivar en medidas judiciales más severas como embargos.
Los posteos publicitarios que originaron las causas solían presentarse como juegos “divertidos” o formas fáciles de ganar dinero, pero derivaban a plataformas sin regulación ni control estatal, muchas de ellas con vínculos internacionales. La justicia ahora busca revertir ese impacto en las redes sociales.
Desde la fiscalía también se difundieron pautas para identificar sitios ilegales como la falta de autorización oficial, promesas de ganancias rápidas o métodos de pago poco seguros; y recomendaciones para prevenir la adicción al juego, como establecer límites, buscar apoyo y evitar contenidos que glorifican las apuestas.