Con el propósito de incentivar la creación de nuevas historias audiovisuales e impulsar la escritura de guiones, el Instituto de Artes Audiovisuales de Misiones (IAAviM) otorgó un premio de $200.000.
El proyecto ganador del premio al mejor guion del IAAviM fue El cuerpo sabe lo que está pasando de Natal Cano Rojas. Uno de los participantes del Laboratorio de Desarrollo de Guiones de Cortometrajes de Ficción que se desarrolló el Instituto.
La premiación se llevó a cabo durante la ceremonia de clausura de la 20° edición del Festival Internacional de Cortometrajes “Oberá en Cortos. Por la identidad y diversidad cultural”.
Cano Rojas recibió el reconocimiento de manos de la gerenta de Capacitación e Investigación del IAAviM, Mariana Lombaridini, y de dos de los jurados presentes que realizaron la selección. El reconocido cineasta paraguayo, Hugo Giménez, y la directora, productora y guionista argentina, Sofía Vaccaro.
El jurado expresó que el proyecto fue seleccionado por presentar “un guion con una rica y sólida escritura. Una estética que nos invita a sumergirnos en una experiencia sensorial completa, con énfasis en el universo sonoro”. A su vez, rescató la dimensión de un personaje principal complejo. Una estructura coherente y clara que manifiesta el contexto sociocultural propio y sensible del autor.
“Creemos que existe una promesa de película en el guion de El cuerpo sabe lo que está pasando”, explicó.
Premio al mejor guion de cortometraje
“Me parece un privilegio tremendo haber sido leído por personas que manejan tan bien el lenguaje cinematográfico, que tienen proyectos muy destacados. Que trabajan el tema de la memoria, de la identidad, de lo regional, de la frontera, son motivaciones muy propias”, manifestó Cano Rojas.
El ganador contó también que al finalizar la ceremonia tuvo la oportunidad de charlar con Giménez y Vaccaro. Ambos le dieron algunas recomendaciones para su proyecto.
“Atesoro muchísimo lo que me dijeron esa noche. Quiero trabajar y profundizar. Porque esas palabras me sirvieron un montón para seguir pensando el proyecto, darle forma y en algún momento concretarlo en imágenes y filmarlo”, comentó.
Cano Rojas afirmó que se trató de una sorpresa muy grande el premio al Mejor Guion de Cortometrajes de Ficción. El proyecto se desarrolló en el marco del Laboratorio de Desarrollo de Guiones.
“Vi el laburo de mis compañeros y compañeras de laboratorio que eran también proyectos súper personales que les atravesaban desde las historias de cada uno”, recordó. Para Cano Rojas, “podía ganar cualquiera porque tenían tremendos trabajos y realmente fue un proceso súper interesante más allá del premio”.
Laboratorio de desarrollo de guiones
La propuesta de capacitación profesional, que lleva adelante la Gerencia de Capacitación del IAAviM, cuenta con el apoyo del Consejo Federal de Inversiones. Se desarrolló durante tres meses y estuvo a cargo de los guionistas y tutores Sergio Acosta, Fernando Pacheco y Luciana Porchietto.
Junto a Natal Cano Rojas fueron parte del laboratorio Ainara Rolandi, Natalia Magali Romero, Carlos Ariel Kusiak, Gastón López y Renata Otto. Todos concluyeron el laboratorio con la presentación de un guion de cortometraje.
“En mi caso trabajé con el tutor Sergio Acosta en algunos encuentros individuales por videollamadas. Fue un trabajo súper recursivo de escritura, de revisión y de volver a escribir”, relató. A través de este guion intentó crear una historia bastante sensible con un clima espeso, afiebrado, que se perciba cierto calor, sudor y humedad del aire. “Lo sofocante de un verano misionero; también mucho sobre el deseo y la prohibición. Una historia que trabaja mucho el fuera de campo, el trabajo de sonido y lo que no se ve”, describió el joven guionista.
Agradeció a su tutor por acompañarlo de manera crítica a los límites de la historia y hacerle ver cuándo era necesario dejar afuera o revisar parte de la historia. “Es un privilegio tremendo tener a los tutores que tuvimos para ayudarnos a escribir, a delimitar y a encontrarle la potencia a cada una de las historias“, concluyó.
