Santino Rzesniowiecki, un niño misionero de siete años, atraviesa una etapa decisiva en su tratamiento contra la leucemia linfoblástica aguda. Este viernes, el pequeño recibió un trasplante de médula ósea en el KK Women’s and Children’s Hospital de Singapur. Su padre, Erico Oscar Rzesniowiecki, fue el donante de las células madre utilizadas en esta primera intervención.
La madre del niño, Natalia Rodríguez, celebró este avance con un mensaje esperanzador en sus redes sociales. “Día 0 para Santino: un nuevo comienzo, una nueva médula, un nuevo renacer y una nueva esperanza. Hoy es el día en que Santino recibe la primera médula donada por su papá, un paso crucial en su tratamiento. Estamos llenos de fe y esperanza, rodeados de amor y apoyo. ¡Vamos, Santino! ¡Tú puedes!”, escribió en Instagram.
El innovador trasplante que recibió Santino Rzesniowiecki
Este procedimiento forma parte de un tratamiento innovador que contempla un doble trasplante, algo que solo puede realizarse en pocos centros médicos del mundo. La segunda intervención se concretará en las próximas semanas e incluirá células madre obtenidas de un cordón umbilical proveniente de Canadá, gracias a la donación voluntaria de una reciente madre.
La familia llegó a Singapur a fines de marzo, luego de agotar todas las alternativas médicas disponibles en Argentina. Santino fue diagnosticado con leucemia en 2021. Durante más de dos años, recibió atención en el Hospital de Pediatría de Posadas. Luego, fue derivado al Hospital Gutiérrez de Buenos Aires, donde se sometió a dos trasplantes previos sin éxito.
En el último intento en Buenos Aires, los médicos no lograron frenar la enfermedad. Frente a esa situación, sus padres comenzaron una búsqueda internacional. Finalmente, lograron establecer contacto con el hospital de Singapur, gracias a la recomendación de otra madre. Tras enviar la documentación médica, los profesionales del centro asiático respondieron con una señal alentadora: “Sí, acá hay una oportunidad”.
El equipo médico determinó que el padre del niño sería el primer donante y, al poco tiempo, también confirmaron la compatibilidad con un cordón umbilical donado en Canadá. El material ya fue trasladado a Singapur para completar el tratamiento.
Una de las particularidades de este protocolo innovador es que no exige la remisión total de la enfermedad para realizar el trasplante. En Argentina, Santino debía negativizar por completo la leucemia antes de ser considerado para un segundo trasplante. En cambio, en Singapur, el equipo médico pudo avanzar cuando el aspirado medular mostró apenas un 2% de células malignas, un nivel aceptable para continuar con el procedimiento.
El desafío económico del tratamiento
Este tratamiento representa una esperanza médica, pero también impone una carga económica muy significativa. Los costos ya superaron la estimación inicial de 500 mil dólares. La familia cubrió los primeros gastos gracias a una campaña solidaria lanzada en Argentina, pero todavía enfrenta una deuda considerable.
Para colaborar con los gastos médicos, la familia habilitó varias vías de donación. En Argentina, los aportes pueden hacerse mediante el alias amorporsantino.arg, a nombre de su padre. Desde el exterior, las contribuciones se pueden realizar a través de plataformas como Paypal, Twitch y Prex.
Santino continúa internado en el hospital, donde permanecerá bajo estricta observación médica hasta que su cuerpo comience a aceptar el injerto. Los médicos evaluarán su evolución día a día, mientras se preparan para la segunda intervención.
La historia de este niño misionero conmovió a miles de personas dentro y fuera del país. El caso despertó una gran red de apoyo solidario que acompañó cada etapa del proceso, desde los primeros tratamientos en Argentina hasta su llegada a Singapur.
Con el primer trasplante realizado y el segundo en camino, la familia mantiene intacta su esperanza. “Estamos llenos de fe y esperanza, rodeados de amor y apoyo”, expresó la madre de Santino. El pequeño, que lleva más de tres años luchando contra el cáncer, se convirtió en símbolo de coraje y perseverancia. Ahora, enfrenta una nueva oportunidad. Y el mundo lo acompaña.