El reiki, la musicoterapia, el arteterapia y las constelaciones familiares son terapias complementarias que juegan un papel crucial en tratamientos de niños con autismo. Aseguraron que integrar estas actividades beneficia tanto al desarrollo de los niños, como a sus familias.
Las terapias complementarias son integrativas. Suman, a la medicina convencional, saberes de distintas culturas y aportan a la salud y el bienestar de las personas. Misiones incorporó estas prácticas al sistema de salud, se convirtió así en la primera provincia del país en promover legislación sobre medicinas complementarias.
Las terapias complementarias ganan cada vez más popularidad, muchas personas recurren a ellas con excelentes resultados. Las mismas se pueden implementar ante numerosas situaciones o afecciones en adultos y niños.
Terapias complementarias y autismo
Fabiana Berger, es Licenciada en Psicopedagogía y Maestra de Reiki. En diálogo con Canal12misiones.com, destacó los beneficios de integrar diversas terapias al tratamiento del autismo en niños.
Los trastornos del espectro autista (TEA) son discapacidades del desarrollo causadas por diferencias en el cerebro. Las personas con TEA con frecuencia tienen problemas con la comunicación y la interacción social, conductas o intereses restrictivos o repetitivos. También pueden tener maneras distintas de aprender, moverse o prestar atención.
“En este enfoque holístico, terapias como el reiki, las constelaciones familiares, la arteterapia y la musicoterapia juegan un papel crucial”, sostuvo Berger.
El reiki: terapia de la energía
El reiki parte de la creencia de que los seres humanos somos energía y que ésta se puede canalizar para disfrutar de ciertos beneficios. Ayuda en la relajación, contribuye al sistema inmunológico y mejora la autoestima. Esta disciplina aporta efectos positivos, en complemento con la medicina convencional, explicó la profesional.
“al canalizar energía, ha demostrado beneficios en la reducción de la ansiedad y la promoción de la relajación en niños con autismo. Este enfoque complementario contribuye al bienestar físico, mental, emocional y espiritual del niño”, añadió Berger.
Constelaciones familiares
Por otro lado, explicó que las constelaciones familiares, dentro de la terapia sistémica, exploran dinámicas familiares para identificar tensiones y patrones que puedan afectar al niño. “Al abordar estas dinámicas, se busca mejorar la conexión familiar y crear un entorno más favorable para el desarrollo del niño con autismo”, añadió.
Arterapia para expresar emociones
El arteterapia utiliza la expresión creativa. Lo que “beneficia a niños con dificultades en la comunicación verbal. A través del arte, los niños pueden expresar emociones, mejorar habilidades motoras finas y desarrollar la autoexpresión”, explicó Berger. Así contribuye al bienestar emocional y social de niños y a desarrollar su personalidad.
Música para estimular cambios positivos
La musicoterapia consiste en usar las respuestas y conexiones de una persona con la música para estimular cambios positivos en el estado de ánimo y el bienestar general. La terapia musical puede incluir crear música con instrumentos de todo tipo, cantar, moverse con la música o simplemente escucharla.
“Esta terapia es especialmente efectiva para mejorar la comunicación, la interacción social y las habilidades motoras. La participación activa en actividades musicales brinda una forma única de expresión, es beneficiosa, especialmente para aquellos niños con dificultades verbales”, explicó la psicopedagoga.
La combinación de estas terapias complementarias, junto con enfoques de las medicinas convencionales, ofrece a los niños un tratamiento integral y personalizado. Berger señaló que aborda los aspectos clínicos del autismo así como el bienestar integral de la vida del niño y su familia. “Integrar estas terapias crea un entorno terapéutico completo que considera las diversas dimensiones del desarrollo. Se promueve así un camino más completo hacia el bienestar del niño con autismo”, concluyó.
