A la hora de usar la parrilla, lo esencial es prender el fuego. Sin embargo, es una de las cosas más complicadas, lleva tiempo y puede apagarse. Existen diversas técnicas para encender el fuego y que no se apague.
Para hacer asado -como es típico en esta época del año-, pizza o hamburguesas, el fuego es fundamental. Existen distintas técnicas para prenderlo, que se mantenga y no se apague nunca. Algunas son más rudimentarias y otras requieren de una mayor preparación. Pero todas resultan exitosas. Hay tres que son infalibles para preparar un buen fuego en la parrilla para el asado.
Se debe apilar el carbón en la parrilla como si fuera una pirámide. Para eso, utilizar los carbones más grandes en la base y poco a poco se irá cerrando. En el medio, dejar un hueco para ubicar un papel o diario en forma de cucurucho bañado en aceite. Hay que iniciarlo con un encendedor y el fuego se prenderá solo porque el aceite hace de combustible.
Con papel de diario, hacemos un bollo a lo largo. Es fundamental que no se aplaste del todo para que corra aire y prenda mejor. Hacemos un colchón con el papel de diario y le agregamos el carbón encima. Le añadimos trozos de cartón por dentro de la estructura para después prenderle fuego con un encendedor.
Otra técnica que es más lenta, aunque muy eficaz es hacerlo con leña, ramas y hojas secas. Se ponen de base las hojas, con las ramas se arma una especie de pirámide y, sobre ellas, se ubican pedazos de leña medianos. Además, como en la segunda técnica, le agregamos cartón para encender el fuego.
Para que se encienda de manera pareja todo el carbón, los mejores asadores recomiendan avivar la fuerza del fuego soplando o con un abanico de mano. Un trozo de cartón puede hacer el truco. Hay quienes ventilan con un secador de pelo, aunque no es recomendable por el riesgo que conlleva. Al soplar se ayuda a que el fuego se extienda por todo el asador.
Avivar las llamas acelera el proceso de encender el carbón y en 30 minutos, o menos, se conseguirá una parrilla homogénea de brasas encendida.
Esperar que las llamas se apaguen
Antes de poner la carne, la pizza o lo que se vaya a asar en la parrilla, se debe esperar a que las llamas se extingan. En el caso del asado, el fuego directo solo quemará el exterior de la carne y dejará su interior crudo.
El momento correcto para empezar a asar es cuando las llamas se reducen y el carbón queda al rojo vivo cubierto por una capa de ceniza. Las brasas deben estar prendidas en un color blanco en la parte superior y rojo directamente en su interior. Lo que se busca es que emitan el calor suficiente para cocinar de forma pareja.
Al costado de la parrilla hay que continuar haciendo brasas para ir sumando de a poco debajo de los alimentos que se estén asando.
