El régimen fundamentalista condicionó la negociación con EE.UU hasta lograr un cese del fuego con Israel, que ya descartó en plena ofensiva bélica respaldada por naves y aviones del Pentágono.
(Desde Jerusalén, Israel) Donald Trump y Benjamín Netanyahu coordinan acciones diplomáticas y militares para destruir el proyecto atómico de Irán. La iniciativa propone un cese del fuego para negociar con Estados Unidos, una propuesta nuclear que es rechazada por la Casa Blanca e Israel.
El regimen fundamentalista pretende mantener su capacidad de enriquecer uranio, que es clave para la fabricación de la bomba atómica. “El enriquecimiento cero es imposible”, afirmó Abbas Araqchi, ministro de Relaciones Exteriores de Irán.

Y añadió: “Este es un logro de nuestros propios científicos. Es una cuestión de orgullo nacional”. Las declaraciones del canciller iraní condicionan la mesa de negociación que abrió por dos semanas -máximo- el presidente de los Estados Unidos. “Irán tiene que abandonar sus pretensiones de seguir enriqueciendo uranio”, sostuvo Trump en una rueda informal de prensa.
Para desmentir que los ayatollahs usaran el uranio sólo con fines pacíficos, agregó que están sentados sobre uno de los mayores cúmulos de petróleo del mundo. “Simplemente no entiendo por qué necesitan eso (uranio) para usos civiles”, afirmó. La confrontación mediática entre Araqchi y Trump explica porque todavía no se retomaron las negociaciones diplomáticas entre Estados Unidos e Irán. No hay punto de contacto entre las necesidades de Teherán y los objetivos estratégicos de Washington.
Ofensiva militar
Desde hace ocho días, fuerzas israelíes atacan todos los blancos estratégicos de Irán. El Pentágono colabora con información de inteligencia, suministro de combustible, apoyo de defensa anti aérea y respaldo naval en el Golfo Pérsico. Netanyahu diseñó la ofensiva militar y Trump respalda su esfuerzo bélico.
En este contexto, el canciller Araqchi anunció ayer que Irán no iniciará las negociaciones hasta que Israel suspenda su ofensiva aérea. “Irán está dispuesto a considerar la diplomacia una vez más, pero una vez que se detenga la agresión y el agresor rinda cuentas por los crímenes cometidos”, dijo el ministro de Relaciones Exteriores. Es decir, Irán pretende un cese del fuego tácito con Israel para negociar un acuerdo que -en principio- no satisface las expectativas de Washington y Jerusalén.

Desmantelar el proyecto atómico de los ayatollahs
Tras esta declaración de Araqchi, se conoció la respuesta política de Trump. “Creo que es muy difícil hacer esa petición ahora mismo si alguien está ganando”, contestó el presidente de los Estados Unidos. Y completó para cerrar todos los caminos al reclamo iraní. “Es muy difícil de parar, cuando lo miras: Israel lo está haciendo bien en términos de guerra. (E) Irán lo está haciendo menos bien, y es un poco difícil conseguir que alguien se detenga”.
Horas después de las declaraciones del canciller iraní y el presidente de los Estados Unidos, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecutaron un ataque frontal sobre Irán. Con esta acción ratificaron su decisión geopolítica de desmantelar el proyecto atómico de los ayatollahs.
La ofensiva fue sostenida con información de inteligencia del Pentágono y el suministro de combustible a los aviones israelíes que recorren 2.100 kilómetros para descargar sus bombas sobre territorio iraní. Cuando ya era madrugada en Medio Oriente, cerca de 50 aviones de combate de Israel atacaron las instalaciones nucleares de Isfahan y anularon a Aminpour Joudaki, comandante de la Guardia Revolucionaria, que estaba al frente de la segunda brigada de vehículos aéreos no tripulados (UAV) de Irán.

Buscan un recurso diplomático
Washington y Jerusalén actúan coordinados, y a Irán no le queda otra alternativa que buscar un recurso diplomático que le permita influir sobre las decisiones que asume Trump en línea directa con Netanyahu. En este contexto, el canciller Araqchi se encontró en Ginebra con sus colegas de Francia, Reino Unido y Alemania para encontrar una salida al cerco geopolítico que levantaron Estados Unidos e Israel.
La reunión sirvió de muy poco. Trump fue terminante: “Europa no va a poder ayudar en esto”. El canciller iraní abandonó Suiza rumbo a Estambul (Turquía) para mantener un encuentro con ministros de Relaciones Exteriores de la Liga Árabe, adonde tiene previsto insistir con una posición diplomática que ya fue rechazada por Trump y Netanyahu.
Reunión clave por el conflicto entre Israel Irán
A continuación. el domingo, Araqchi volará a Moscú para reunirse con Vladimir Putin. El presidente de Rusia dialoga con Trump y Netanyahu, y ya sabe como interactúan Estados Unidos e Israel para enfrentar la iniciativa nuclear de Irán. La coordinación diplomática y militar entre Trump y Netanyahu implica que Irán debería aceptar una mesa negociación para terminar con su iniciativa atómica.
Mientras tanto, las Fuerzas de Defensa de Israel continuarán atacando las instalaciones nucleares del regimen y destruyendo su sistema militar-industrial.
Si en un plazo mayor de 12 días, el líder religioso Ali Khamenei no rinde su proyecto atómico frente a Trump, lo más probable es que el Pentágono aporte los aviones B2 y las bombas anti-bunker para destruir las instalaciones de Fordow. En Fordow, a 90 metros debajo de las montañas, Irán protege su principal base de enriquecimiento de uranio destinado a fabricar -al menos- 10 bombas atómicas.
Para Teherán las opciones son dos: acuerda con la Casa Blanca desmantelar su iniciativa nuclear, o se expone a un ataque aéreo combinado entre Estados Unidos e Israel que -por la fuerza- intentará destruir la amenaza atómica de los ayatollahs.
Fuente: Infobae