El histórico Conjunto Jesuítico Guaraní de San Ignacio Miní relanzó en 2025 su espectáculo de Imagen y Sonido con una notable mejora tecnológica. Luego de un proceso integral de renovación, la experiencia regresó con proyecciones remasterizadas, mayor calidad sonora y un nuevo sistema de fibra óptica que optimiza la presentación sin interferir con el valor patrimonial del sitio.
Cada noche, de jueves a domingo, los muros centenarios del conjunto sirven de pantalla para un viaje multisensorial que emociona y educa a los visitantes. Durante 45 minutos, el público recorre visualmente la historia del encuentro entre las culturas guaraní y jesuítica. Las escenas, cargadas de simbolismo, recrean la vida en las antiguas reducciones con una fidelidad que impacta a quienes las presencian.

Cómo es el show de luces y sonidos en San Ignacio
La primera función comienza a las 20 horas. Cada jornada ofrece dos presentaciones, con un cupo máximo de 80 personas por grupo. Las entradas se adquieren exclusivamente en el predio, media hora antes de cada función. Esta modalidad garantiza el orden de llegada y mantiene la experiencia en un formato controlado e íntimo.
El ministro de Turismo, José María Arrúa, celebró el regreso de este clásico cultural. “Nos llena de orgullo poder decir que todo esto se hizo con recursos propios. El proceso fue más complejo de lo que imaginamos, pero el resultado justifica cada esfuerzo”, aseguró. Además, explicó que buscan que el espectáculo atraiga más visitantes que pernocten en San Ignacio y en localidades cercanas.
La obra incluyó la instalación de proyectores de última generación, un tendido de fibra óptica y la remasterización completa del contenido visual. Técnicos y trabajadores de San Ignacio y Gobernador Roca llevaron adelante las tareas, gracias a una inversión cercana a los 70 millones de pesos, generada con fondos recaudados por los propios Conjuntos Jesuíticos.
El espectáculo se convirtió en una de las principales propuestas nocturnas de la región. A su valor histórico se suma ahora una experiencia visual y sonora que potencia la vivencia turística. Las tarifas varían según el visitante: $15.000 para extranjeros, $6.000 para argentinos, $2.000 para misioneros, y $4.000 para jubilados y estudiantes nacionales en delegación.
Las entradas no incluyen el acceso diurno al sitio y, por el momento, no se venden online. A pesar de ello, la respuesta del público fue positiva. La reapertura marcó el inicio de una nueva etapa para este atractivo, que combina patrimonio, tecnología y cultura en un mismo escenario.