Secciones

Written by 5:32 pm Destacados, Sociedad

Ucranianos en Misiones: la historia de los Jaszczuk, la resiliencia del volver a empezar y el sobrino del que jamás volvieron a saber

La huida de Ucrania en pleno auge de los enfrentamientos, la llegada a una tierra lejana y desconocida, y una historia de resiliencia que sirvió como sustento para criar a la familia. Los esfuerzos por conservar las raíces y la carta anónima que emociona a pesar del inevitable paso del tiempo.

El pasado 27 de agosto se conmemoró el 125° aniversario desde la llegada del primer contingente de ciudadanos ucranianos a la Argentina, más precisamente a Misiones. Canal 12 dialogó con Graciela Jaszczuk, miembro de la Asociación Cultural Ucraniana de Posadas e hija de un inmigrante ucraniano, quien nos relató su historia familiar.

El padre de Graciela, Hilarión Jaszczuk, llegó a Misiones a la edad aproximada de 5 años, en el año 1930. En ese momento, junto a sus papás desembarcaron en Río de Janeiro y luego se trasladaron hasta la Tierra Colorada. En principio vivieron en la zona de San Ignacio, donde comenzaron a trabajar la tierra.

La partida de nacimiento de sus abuelos.

Nuestro papá no hablaba mucho sobre esto, pero mis abuelos sí charlaron con mi mamá. El abuelo no quería que papá creciera bajo el régimen que se daba en ese momento en Ucrania, entonces decidieron venir. Mi abuela ya había perdido tres hijas, entonces se vinieron hacia América”, comenzó relatando.

Las partidas de nacimiento de sus abuelos.

La familia de Graciela no llegó en el primer contingente, sino que lo hizo en el viaje posterior. Su abuelo, Iván, formó parte del cuerpo de batalla durante la Primera Guerra Mundial, cuando en ese entonces peleaban para Rusia. Su abuela, por otra parte, fue prisionera en un campo de concentración pero logró salir al poco tiempo.

El abuelo falleció cuando yo recién había nacido, y la abuela cuando tenía ocho años, por lo que no tuve oportunidad de averiguar más. Hasta el día de hoy me preguntó cómo hicieron para venir a Misiones desde Río de Janeiro, supongo que alguien les avisaba que acá estaba la colonia de polacos”, manifestó.

Cuando se instalaron los Jaszczuk 

Luego de vivir en San Ignacio, la familia Jaszczuk se instaló en Roca Chica, donde adquirieron una porción de tierra y luego pudieron enviar a su hijo a la escuela, de esa manera él aprendería el idioma y sería mucho más fácil la comunicación con el resto de la comunidad local.

“Mi mamá me contaba que ellos realmente tenían planeado venir a Misiones. Llegaron solos, no tenían planeado visitar a nadie. Nosotros no conocimos a ningún otro familiar que los haya acompañado ni tampoco que hayan venido después. Yo conservo las actas de nacimiento de los tres y el pasaporte, que ya tiene color té”, relató.

“Papá nos contaba que en la escuela, durante el recreo, se paraba en la galería a escuchar cómo hablaban sus compañeros. De esa manera iba hilvanando palabras hasta aprender. Las maestras también lo ayudaban, pero dicho sea de paso también le habían cambiado el nombre porque no le entendían la pronunciación”, contó.

Un problema habitual en esos momentos era justamente la modificación de los nombres y los apellidos. Es que al diferir tanto con la lengua y la escritura local, muchos anotaban “lo que escuchaban” en los nuevos registros. Ya asentados, por pedido de la Policía en ese entonces, el papá de Graciela fue quien realizó la traducción de los documentos, por lo que conservaron el apellido.

Cuando vinieron tenían pasaporte polaco, porque fue firmado en Varsovia, y él se negaba a usar ese documento porque se sentía ucraniano. Cuando tuvieron que hacer el registro de nacimiento de mi hermano, lo hicieron con el apellido original ya que antes nos habían quitado dos letras”, aseguró. 

La carta del sobrino anónimo

Luego de tantos años sin saber sobre otros familiares, la mamá de Graciela halló una carta entre las pertenencias de la abuela. Estaba escrita a mano y en idioma ucraniano. No está segura, pero aparentemente habría sido del puño de un sobrino, del que tampoco obtuvieron más información.

Sabíamos de unos familiares que estaban vendiendo sus cosas para poder venirse, pero más adelante no supimos si lograron viajar o si se quedaron. Tenían que haber llegado en 1938. Con ayuda de Internet, me gustaría buscar más información, pero es algo que lleva su tiempo”, contó.

Pero un dato en particular apareció en esa vieja carta, una pregunta que emociona a Graciela hasta el día de hoy: “¿Qué olor tiene la tierra de allá y cómo son las flores?”. Entre otras cosas que pudieron deducirse gracias a la ayuda de un traductor, también le preguntaba sobre los tipos de animales que habían aquí.

Jaszczuk tuvo la oportunidad de visitar Ucrania en el 2013, mediante un viaje organizado desde la Asociación Cultural Ucraniana “27 de agosto” de Posadas. Por supuesto llevó consigo los documentos de su familia, con el objetivo de hallar más datos, y consiguió saber las regiones de donde sería originario su papá.

AV

(Visited 399 times, 1 visits today)
Close

Add to Collection

No Collections

Here you'll find all collections you've created before.