Boca ya trazó su hoja de ruta para reforzar el equipo tras el empate 1‑1 con Auckland City en el Mundial de Clubes, que dejó una imagen floja en La Bombonera. El cuerpo técnico de Miguel Ángel Russo y la dirigencia trabajan en varios movimientos, siendo Leandro Paredes la prioridad número uno para fortalecer el medio campo.
El vínculo entre el jugador y Boca está prácticamente sellado. Paredes aceptó la oferta de Juan Román Riquelme, que superó con creces la propuesta del mercado invernal. Solo queda formalizar la salida de la Roma abonando la cláusula de rescisión por 3,5 millones de dólares: el Consejo de Fútbol enviará esta semana la notificación para ejecutar el pago en cuatro cuotas.
Tras la temporada italiana, Paredes viajó a Estados Unidos para tomarse unos días de descanso y presenciar el debut del Xeneize en el torneo. Tenía pensado volver a la Roma, donde lo esperaba el nuevo DT Gian Piero Gasperini, pero decidió vestir de nuevo la azul y oro.
El contrato previsto con Boca se extenderá por tres años y medio, con una remuneración similar a la que recibía en Italia. Incluso superó el monto requerido inicialmente por el jugador, quien siempre tuvo claro su deseo de regresar al club que lo formó.
En Boca, Paredes debutó en noviembre de 2010 con Claudio Borghi y alcanzó su mejor momento con Carlos Bianchi en 2013, que compartieron el vestuario con el mismo Riquelme. Tras 31 partidos y cinco goles, se fue a préstamo a Chievo Verona en 2014 y luego a la Roma, sin regresar hasta ahora.
Qué dijo Riquelme sobre la vuelta de Paredes a Boca
Juan Román Riquelme se refirió públicamente al posible regreso de Leandro Paredes y dejó en claro su postura. “Lo que te puedo decir es que él tiene las puertas abiertas del club. Leandro, ustedes saben la relación que tengo con él, tiene las puertas abiertas de nuestro club, eso es todo lo que puedo decir”, expresó el vicepresidente de Boca en una entrevista con el canal oficial del club.
Además, el dirigente dejó una frase con tono crítico sobre las reacciones posteriores a los malos resultados. “Que estén diez días sin decir nada o que comiencen a hablar al día siguiente que te toca quedar afuera es parte del juego, es parte de lo mismo de siempre”, dijo con ironía, en referencia al ruido mediático que siguió a la eliminación en el Mundial de Clubes.