Carlo Ancelotti, reconocido ex entrenador del Real Madrid, aterrizó en Brasil para asumir el mando de la selección nacional de fútbol, marcando de esta manera el comienzo de una nueva era. El experimentado técnico italiano fue recibido con entusiasmo por la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), que publicó un mensaje caluroso en redes sociales:
“¡Bienvenido, Carlo Ancelotti! Brasil ya es tu casa”. Este momento simbolizó no solo el inicio de una relación profesional con uno de los países más icónicos en el deporte, sino también una renovada esperanza para el equipo carioca.
La llegada de Ancelotti a Brasil fue un evento significativo, no solo para el público brasileño, sino también en el escenario internacional. El entrenador, que recientemente se despidió del Real Madrid tras concluir su contrato, aterrizó en Río de Janeiro en un jet privado. Aunque el aeropuerto estaba libre de multitudes, la noticia de su llegada se difundió rápidamente en las redes sociales.
A su llegada, Samir Xaud, el nuevo presidente de la CBF, le dio la bienvenida con una camiseta con el emblemático número 10, en un gesto simbólico de apoyo y confianza. Xaud, quien asumió su cargo tras la destitución de Ednaldo Rodrigues, está comprometido a “reconstruir la confianza” en la organización y cree firmemente en que Ancelotti puede llevar a Brasil de vuelta a la cima mundial.
El recibimiento de Ancelotti en Brasil no solo incluyó karaoke y cánticos tradicionales, sino una atmósfera cargada de expectativa y fervor. En el hotel en Barra da Tijuca, donde Carlo pasará sus primeros días, una pequeña pero ferviente multitud aguardaba su llegada, rindiéndole un acto de bienvenida lleno de emoción. Bengalas y pancartas adornaban el lugar, reflejo de la esperanza y la anticipación con las que el pueblo brasileño ve a su nuevo técnico.
Carlo Ancelotti se convierte en el primer entrenador extranjero en dirigir a la selección más laureada del mundo. Con una agenda ajustada, su debut al frente de la Canarinha está programado para el 6 de junio contra Ecuador y el 11 de junio contra Paraguay. Estos encuentros forman parte del proceso clasificatorio para la Copa Mundial de 2026, que se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México.
La selección brasileña ocupa actualmente la cuarta posición en la tabla de clasificación de las eliminatorias CONMEBOL, con Argentina liderando el grupo con una ventaja de diez puntos. La misión de Ancelotti será no solo mejorar la posición del equipo, sino también renovar el espíritu competitivo y la autoestima de un equipo que no lleva alzándose con el título mundial desde 2002.
La contratación de Ancelotti por parte del expresidente Ednaldo Rodrigues fue descrita por Xaud como “más que un movimiento estratégico”. Según comentó el propio Xaud, “Traer a Carlo Ancelotti para dirigir a Brasil es una declaración al mundo de que estamos decididos a recuperar el primer puesto del podio”. En su discurso de toma de posesión, Xaud expresó su deseo de que Ancelotti pueda “conseguir con nuestros atletas, la comisión técnica y la energía de nuestro pueblo el tan soñado hexacampeonato mundial”.
El nombramiento de Ancelotti no solo es visto como una medida táctica, sino como un símbolo de cambio y renovación dentro de la federación, después de años de resultados decepcionantes y una serie de escándalos que afectaron la imagen de la CBF. Xaud resaltó la importancia de recuperar la confianza y permitir que los brasileños vuelvan a “identificarse” con su selección. Aunque evitó hablar directamente de los escándalos pasados, su promesa de “renovación” fue clara.